O14

308 64 8
                                    

Yoongi estaba paseando nerviosamente frente a él, moviendo sus manos con evidente ansiedad, y Taehyung tampoco estaba colaborando mucho, callado y sin dejar de mirarlo.

Después de que Yoongi le dijera que era su ex prometida, Taehyung tuvo que sentarse en el sofá. No había dicho nada en todos esos minutos, a pesar de que su rostro parecía estar pidiendo una explicación. El único que hacía ruido alguno era Jungkook, sentado a metros de ellos y jugando con sus juguetes. El bebé no parecía entender qué estaba ocurriendo.

—Ella...

—Me dijiste que no tenías tiempo para esas cosas —le interrumpió Taehyung—, que no... Yoongi, ¿cómo puede ser tu ex prometida? ¿Por qué no me hablaste de ella? —añadió, con expresión herida.

—No es importante —contestó Yoongi, pero vio que Taehyung no parecía satisfecho con esa respuesta, y el alfa decidió sentarte—. Escúchame, precioso, no es lo que estás creyendo. Ella y yo... salimos hace muchos años, ¿está bien? Cuando yo tenía diecinueve y ella dieciocho.

Taehyung quedó sorprendido con sus palabras, porque eso significaba que ocurrió por lo menos once años atrás. Yoongi debía ser recién un estudiante universitario, al igual que Dahye.

—¿Cómo? —tartamudeó, atónito.
Yoongi parecía algo avergonzado.

—Vengo de una familia... tradicional. Los matrimonios concertados son pan de cada día. Dahye... es hija de una amiga de mi padre, y ellos creyeron que sería buena idea —Yoongi rascó su nuca—. Lo acepté al inicio, ella y yo nos conocimos y teníamos muchas cosas en común. Puedo decir que me gustaba.

Taehyung escuchó todo en silencio, sintiendo una pizca de celos por esas últimas palabras. No debería desconfiar de Yoongi, se lo estaba explicando todo con calma, pero no podía evitarlo. Esa dolorosa relación con Kangsan le dejó muy inseguro acerca de tener novio, a pesar de que no quisiera demostrarlo, porque temía demasiado volver a ser utilizado. No quería quedar como un idiota, con el corazón roto por haber caído ante las redes de un nuevo alfa.

—Estuvimos comprometidos dos años cuando me di cuenta de que no podía hacerlo. Dahye me gustaba como amiga, pero como nada más, y estar en la universidad abrió un nuevo mundo para mí, no limitado sólo a la burbuja en la que crecí —continuó Yoongi, agarrándole la mano—. Lo que quiero decir, Tae, es que la terminé, ¿vale? La terminé hace mucho tiempo, y no hay nada entre ella y yo. No quiero a Dahye de esa forma y tú eres el único que ocupa mi corazón, precioso.

—Pero... — Taehyung no podía evitar la desconfianza, los celos y el miedo—, pero ¿qué hacía acá, Yoongi?

El alfa le acarició la palma de la mano, como si quisiera relajarlo, sin embargo, seguía muy tenso. El encuentro con Jieun a la hora de almuerzo ya le había arruinado el día, y esto terminó por rebasar el vaso. Una parte de él quería volver a su departamento con Jungkook, aunque una más grande insistía en abrazar a Yoongi y acurrucarse contra él. Taehyung estaba un poco asustado de lo que podía significar eso.

—No enloquezcas —pidió Yoongi, y Taehyung no entendió—. Dahye quiere que lo volvamos a intentar.

—¡¿Qué ella que?!

Jungkook chilló ante el grito de su mamá.

—¡Baaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! —y rompió a reír, agarrando su pobre y maltratado conejito para llevárselo a la boca.

Yoongi parecía un poco divertido ante sus palabras, a pesar de que Taehyung no le encontraba gracia alguna.

—Dahye es omega y viene de una familia tradicional, Tae —explicó Yoongi con suavidad—. Sus papás no se tomaron bien nuestro quiebre. Ella piensa que, si volvemos, los hará sentir orgullosos.

Way back home › YoontaeWo Geschichten leben. Entdecke jetzt