Parte 9 Vacío

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Suena el despertador y sé que hoy me espera un gran día; es viernes y tenemos muchas cosas que organizar porque este fin de semana celebramos el cumpleaños de Dandelion y a partir de mañana empiezan a llegar los invitados. Ayer nos quedamos hasta las tantas hablando animadamente con Peeta sobre el gran evento: yo ya había conseguido hacer mis gestiones y ya tengo el nuevo arco para Dandelion escondido en el armario y Peeta ya tenía hecha la tarta más increíble jamás vista y guardada en el congelador de la pastelería (por primera vez el tema sería el fuego y no los dientes de león como la mayoría de las veces). Además habíamos decidido invitar a mi madre, Effie, Johanna, Annie y su hijo (que se llama Finnick, como su padre).

Invitarles a todos es algo que nunca habíamos hecho, pero teniendo en cuenta que últimamente estamos un poco melancólicos (posiblemente debido a la charla), esta vez nos hemos lanzado. Johanna rechazó venir porque, cito textualmente, "no estoy para ñoñerías e infantilismos". Yo ya me había esperado una respuesta parecida por supuesto, pero como nunca se sabe con ella, la había tenido que invitar de todos modos. Con respecto a Annie, se ve que está delicada de salud y que teme cansarse en el trayecto, pero ha dicho que quizás sí venga su hijo. Le dije a Annie que no hacía falta que lo enviara, temiendo porque él hiciera un viaje tan largo solo, pero ella se rio diciendo que no pasaba nada. Pensándolo bien, ya no es niño y debe ser más que capaz de coger el tren solo, además, es mayor que cuando su padre fue a los Juegos, quizás incluso mayor que cuando murió... Effie acudiría seguro, se moría de ganas de vernos a todos reunidos de nuevo. Le pedí que trajera algún vestido o algo por el estilo del Capitolio para Dandelion, aprovechando su reciente obsesión por la moda, y ella accedió encantada. Finalmente, por lo que a mi madre respecta... seguramente no sabríamos si vendría hasta el mismo día, y era aún más que probable que no viniese, porque la última vez que vino creo que fue cuando nació Josh.

- Hoy tenemos que preparar las habitaciones para Finnick y Effie –dice Peeta pero mi cabeza ahora mismo no lo escucha, se ha quedado pensando en mi madre.

Mi madre... no sé por qué me molesto en seguir llamándola porque hace SEIS años que no viene. ¡Josh no sabe ni la cara que tiene! Ella me abandonó y ahora ella está abandonando a sus nietos y me da rabia porque sé que mi padre sí hubiera aprovechado el tiempo que mi madre está desperdiciando. A veces me pregunto qué hubiera pasado si ese terrible accidente se la hubiera llevado a ella en lugar de a mi padre. Sé que es injusto pensar así y que no tiene sentido, pero supongo que los echo demasiado de menos. A veces me gusta imaginarme a mi padre cruzando la plaza y llevándome en brazos para evitar que participe en los Juegos... Todo esto solo son fantasías estúpidas claro, porque nadie podía salvarme de lo que se me venía encima. La realidad es la que es y yo quedé huérfana a los once años.

Once años. Esos son los años que va a cumplir Dandelion.

Todo a mi alrededor empieza a teñirse de gris.

- Voy a preparar el desayuno, te espero abajo –alguien dice algo, pero no le estoy prestando atención porque yo ya no estoy aquí, yo ahora estoy en el colegio escuchando el desagradable sonido de la alarma anunciando el accidente en las minas.

Corro a buscar a Prim y las dos salimos en busca de mamá. ¿Dónde está? ¿Por qué no nos ha esperado? Damos con ella pero está tan atenta mirando hacia el accidente que no nos presta atención. Gente completamente teñida de negro sale entre un humo que hace que me escuezan los ojos, pero ninguno de ellos es papá. Empiezo a sentir un sudor frío. Tengo miedo, mucho miedo. ¿Qué pasará si papá no vuelve? Me siento más pequeña que nunca, solo tengo once años, solo soy una niña, soy Dandelion.

Veo a Dandelion, a la dulce, curiosa e inquieta Dandelion, deambulando por las calles, calada de frío hasta los huesos, muerta de hambre y planteándose ir a ver al viejo Cray, ese Agente de la Paz que daba comida a las chicas a cambio de su cuerpo. Me entra la ansiedad.

Los Everdeen-Mellark (Los Juegos del Hambre)Where stories live. Discover now