Parte 11 El cumpleaños parte 2

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El paso del tiempo es evidente en su aspecto: tiene las mejillas sorbidas hacia adentro, también tiene pequeñas arrugas en la frente y en las comisuras de los labios, además, su pelo se ha vuelto completamente plateado. Está pálida y su flacucho cuerpo lo cubre un vestido marrón, consigo lleva una especie de bolso. Sin embargo hay algo que sigue igual; su mirada. Estos ojos azules que conozco tan bien y que hace demasiado tiempo que no veo me observan con recelo. Ella también debe de estar estudiándome, buscando diferencias entre lo que recuerda de mí y lo que tiene delante.

- ¿La abuela? –pregunta Josh y sujeto un poco más fuerte su mano.

- Sí, es mi madre.

- Hola Katniss –su voz también es la misma, aunque me impresiona porque suena mucho más real; yo solo estoy acostumbrada a escucharla por teléfono.

- Al final has venido... –no sé cómo sentirme.

- Si os molesto puedo irme...

- No, yo te invité. Por favor pasa –aunque claro, la invité antes de que ayer sufriera una de las secuelas que me provocó su abandono. Ahora desearía no haberla invitado–. No sé si lo reconocerás pero él es Josh –baja la mirada hacia él y me pongo en tensión. Prim tenía aproximadamente la misma edad que Josh tiene ahora cuando mi madre nos abandonó.

- Has crecido mucho. Estás muy guapo, además me gusta mucho tu peinado –Josh sonríe orgulloso. Su pelo está causando sensación.

- ¡Gracias! Me ha peinado mi mamá.

- Vayamos a dentro, se alegrarán de verte –digo aunque en realidad es una estratagema para intercambiar invitados con Peeta: le paso a mi madre y yo me quedo con Finnick. Me apetece mucho más hablar de mutos asesinos antes de hablar de lo que quiera que sea que quiera hablar mi madre– ¡Dandelion! ¡Ven un momento! –cuando viene le señalo la pelota que lleva en las manos– Ya sabes que a la pelota se juega fuera.

- Lo siento mamá –me he distraído, vuelvo al tema.

- Ha venido a verte tu abuela desde muy lejos –Dandelion la mira pero no es capaz de reconocerla.

- Hola Dandelion, qué ropa más bonita llevas –dice amigablemente.

- Gracias. ¿Crees que me parezco a mamá con él? –mi madre me lanza una rápida mirada antes de responderle.

- Es como si tuviera a la Katniss de once años delante –me sorprende que recuerde su edad. Me pregunto si también recordará qué le pasó a la Katniss de once años.

- ¿Te gusta su peinado también? –interviene Josh.

- Sí, le queda muy bien.

- Pero se me está deshaciendo –se queja y luego se pone de espaldas para enseñarnos nuestro nefasto intento de atarle las trenzas en la parte baja de su cabeza.

- Yo puedo arreglar eso, ¿me dejas? –se lo ha dicho a ella pero me ha mirado a mí, es a mí a quién me pide autorización.

- ¡Sí por favor! –dice Dandelion y yo asiento, dándole mi conformidad.

- La abuela sabe peinar muy bien –digo sin emoción en la voz.

Mientras Dandelion va a buscar un peine me llevo a mi madre a la cocina. Por el camino Haymitch me ve, que está hablando con Effie en el comedor y me lanza una mirada que pregunta: "¿qué hace ella aquí?" y yo le lanzo una mirada que significa "Mejor no preguntes".

- ¡Señora Everdeen! –dice Peeta cuando la ve. Su sorpresa es más que notoria, así como su preocupación, porque me mira un segundo antes de ponerse en modo anfitrión educado– ¡Qué alegría verla! Por favor siéntase, debe de estar cansada por el trayecto. ¿Tiene sed?

Los Everdeen-Mellark (Los Juegos del Hambre)Where stories live. Discover now