EYDEN

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Made In The USA-Demi Lovato

Nunca pensé en que llegaría a unirme con ellas, no estaba mal, pero tampoco me sentía cómodo-las cosas con Ayana aún seguían tensas-sabía perfectamente que deberíamos alejarnos y hacer caminos por separado, pero alejarme de ella era algo que no podía, la amaba y no era un sentimiento temporal, era más bien indefinido.

Era un día lluvioso, estaba sentado en el porche trasero de la casa de los Lewis, alguien se sentó a mi lado y supe de quien se trataba por la forma en mover sus pies y ese olor a miel tan característica en ella. Ella no dijo nada, mirábamos como la lluvia caía, pero fue pocos minutos después que me pregunto... «¿Por qué no haces lo que de verdad sientes?» Ni yo mismo sabía el motivo del cual no podía alejarme de ella,

-Me da miedo de hacerle daño o hacerme daño a mi mismo-dije después de varios minutos.

-Al principio será duro, pero estoy segura que luego las cosas serán las mejores.

Solté todo el aire que estaba manteniendo dentro mío, seguí mirando como la lluvia mojaba aquel columpió que tanto habíamos estado Ayana y yo cuando éramos tan solo unos niños inocentes, Britney la nueva amiga de Ayana, tenía un presentimiento que me daba entender que la deje libre, para que se caiga mil veces para luego entender que la vida nos dará cosa buenas pero también malas, por eso la chica que tenía a mi lado había llegado en su vida para hacerle ver aquellas cosas que conmigo no sería capaz de descubrirlas.

-Déjala volar-dijo Britney antes de levantarse, ponerse la capucha e irse.

No me dejo ni tan solo contestarle y mucho menos decirle si quería que la acercara a su casa, así que sin más me quedé un rato más contemplando la lluvia y luego decidí entrar e ir a mi habitación. Una hora después un maullido junto a unos golpes leves en la puerta me hicieron pensar que sería ella quien estaría detrás de la puerta, pero no, cuando se abrió era su hermano quien había llamado a mi puerta, pero también se encontraba el gato anaranjado que siempre estaba con la chica con la que había compartido tantos momentos.

Owen entró a lo que ahora se había vuelto mi habitación, se sentó en mi cama y me miró seriamente. Sabía que él me apoyaría con dejar libre a su hermana, para que aprenda más de la vida sin depender de mí, ella y todos saben que estaré cuando ella me necesite de verdad, pero creo que ahora es el momento de dejar atrás lo que fuimos.

Dolía saber que esta misma noche le diría a Ayana, a la chica que ilumina mi sonrisa, que deberíamos dejar de ser lo que una vez fuimos.

🌻

-Hola-la saludé apoyado en el marco de su habitación.

Ella estaba sentada en su escritorio, seguramente estaría pegando algunas fotos en su cuaderno, como cada noche hace antes de irse a dormir.
-Hola-me saludo cuando termino de pegar una fotografía.

-Em...debemos hablar.

-Lo sé.

Pensé que sería mucho más difícil, pero no. Ella sabía de lo que teníamos que hablar, me dolía verla que todo iba bien, pero en cambio su cabeza la estaba matando. Se notaba que quería llorar, notaba su dolor.

-No todo es tan fácil como queremos que sea-dijo después de unos segundos de silencio.

-Se que alejarnos tampoco va a servir de algo, pero lo único que quiero es verte crecer y no apegarse a algo, yo tengo mis sueños y entre ellos tu no estas.

-¿Nunca fui alguien importante para ti? Porque tal y como te estoy escuchando estoy en lo cierto. -Sus ojos color miel se llenaron de agua, me dolía verla así, pero tenía razón.

No todo estaba saliendo como quería, pero las verdades salen cuando uno ni se lo espera, eso estaba sucediendo en mi vida. Todo era bonito, mi vida lo era, pero ahora...

Ahora se había vuelto un caos sin salida, donde uno juega con fuego y termina quemándose, ahora la estaba perdiendo, solo porque soy un jodido imbécil, que solo piensa en sí mismo.

-Te quedarás aquí quieto sin apenas decirme de una vez, que ya no quieres saber nada más de mi y que me vaya de tu vida sin más. ¿Pues sabes que? Si así lo quieres, bien, ahora lárgate de mi habitación y de mi vida. A partir de ahora no seré tu Zanahoria y tú no serás ese niño que me volvía loca cuando te reías por mis niñeces.

No dije nada, me fui de allí, ahora ya la había cagado y no tenía ningún arreglo. Salí de aquella casa y me fui en busca de alguna distracción, esa que tenía por nombre: Melody.

EL ARTE DE NUESTRAS VIDASWhere stories live. Discover now