CARTAS DE UN PASADO, 2006

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Mess It Up-Grace Abrams

Para Ayana escribir cartas de un pasado era como un pequeño ritual que se hacía cada primer de mes, hoy era uno de septiembre. Estaba sentada en su silla de madera frente a la ventana, donde horas antes insistió a sus padres que le pusieran el escritorio allí, ya que era el lugar donde se sentía más inspirada, le gustaba pintar o hacer cualquier cosa enfrente a una ventana, ella decía que contemplar el campo, los animales y el cielo le daban aquella inspiración que siempre a querido tener, sus padres no tuvieron más remedio que hacerle caso.

Ahora frente a un cielo estrellado y con la luz tenue de su lamparita, escribía cartas o más bien recuerdos, siempre escribía cosas pasadas, nunca leerías algo del mismo día, hoy escribía un recuerdo del años 2003, apenas ella tenía tres añitos, apenas recordaba cosillas pero lo que recordaba siempre era algo del que escribir. Sus padres no lo entendían, pensaban que era una tontería, pero estaba claro que si lo hacía era por algo, en cambio su hermano si sabía el porqué lo hacía.

A ella no le gustaba escribir cosas que recordaba a la perfección, sino que, le gustaba plasmar en un papel algo que tenía un poco borroso, algo que apenas recordaba a cada detalle, por eso ella prefería contar una historia que sabía que se le iba a ir de la cabeza en cualquier momento.

-Hoy la luna está preciosa, ¿no crees?-dijo su hermana mirándola, apoyándose en el marco de la puerta.

-Si-le contestó mientras dejaba la pluma, luego se giró para mirar a su hermano.

-¿Escribiendo tus memorias?-le preguntó.

-No son memorias, son recuerdos que solo yo puede saber de ellos, por ello siempre los guardo en mi cajita secreta.

Él se acercó a ella, ambos se tumbaron en la cama para contemplar lo bonita que estaba la luna hoy. Apenas quedaban diez días para el comienzo de las clases y ella ya lo tenía todo preparado, siempre le gustó el regreso de las clases después de unos largos meses de vacaciones, en cambio Eyden-su mejor amigo-era todo lo contrario, siempre lo dejaba para último momento y el mismo día de clases, siempre le estaba pidiendo cosas, ya que no las pudo comprar-era el desastre favorito de Ayana.

-Mamá me dijo que bajaras para ayudarla con tu parte favorita de la cena de hoy.

-La salsaaaaa-dijo emocionada, salió escopetada de su habitación de princesita, para ir rápidamente a la cocina.

La pequeña Ayana entró a la cocina, con el corazón apunto de salirse por la boca, su madre al verla se echó a reír y luego le dio a su hija un vaso de agua. Ella se la bebió de un sorbo y luego cogió las cosas para hacer su parte favorita. La salsa. Sus padres y su hermano mayor la miraban con amplia sonrisa en su rostro. Ella iba haciendo con mucho entusiasmo y al término gritó a su madre para que la ayudará a emplatar. Los hombres de la casa aprovecharon para montar la mesa y así comer una vez que la cena esté en la mesa. Cinco minutos fueron lo que las chicas tardaron en llevar la comida a la mesa, una vez todo con su plato enfrente empezaron a comer mientras hablaban del día de hoy. Como todos los días hacían.

Al terminar de cenar, entre todos recogieron la mesa y lavaron los platos suicidios, luego fueron hacía el sofá y pusieron la película favorita de la pequeña de la casa, Enredados era esa película que aunque la viera mil veces no se cansaría de verla, siempre había deseado ser igual que la prota, pero lo que menos le gustaba era que Rapunzel se quedará encerrada en aquella torre, pero por su historia de amor y sus hobbies eran sus partes favoritas.

Pero no llegó a verla toda entera, ya que se había quedado dormida, delicadamente su hermano la cogió y fue a llevarla a su cama de princesa.

A la mañana siguiente, Ayana se levantó sobre las ocho y media de la mañana, se abrazó a su osito de peluche y ronroneo un poco, luego se puso su zapatillas de conejito y bajo abajo, sus padres estaban tomando café cuando ella entró por la puerta, se desearon los buenos días y luego ella misma fue a prepararse su bol con cereales. Minutos después bajo Owen-su hermano mayor-él fue directo hacía su hermanita y le dio un beso en la cabeza, luego mientras que se servía el café saludó a sus padres.

EL ARTE DE NUESTRAS VIDASWhere stories live. Discover now