CAPÍTULO 17: ELLAS VIENEN

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Wendy se encontraba en su nuevo trabajo en un restaurante, no quería, lo odiaba, odiaba trabajar de otra cosa que no fuera salvar al mundo de la devastación...además moría del sueño por andar viendo televisión a altas horas de la noche. Ya llevaba varios trabajos donde no duraba ni un día, no entendía porqué.

—Estoy trabajando, Joy.

—Haz dinero con magia, a la mierda las reglas.

—Ya me llegó una advertencia, no puedo hacerlo.—Era prohibido, aunque se le ocurriría otra cosa.

—Cásate conmigo, serás millonaria de por vida.—Insistió.

—No quiero casarme con una mentirosa.

—Soy tu media naranja. Iré esta noche a la casa para que cenamos juntas.

—¿Y eso?—Sin importarle que el restaurante estuviera lleno, simplemente se sentó—Todas me abandonan, se fue Yeri, luego tú, Irene está con su familia y estoy a punto de echar a SeulGi, es una puerca.

—Sin Irene debe perder la cabeza, ¿se te insinúa?

—No, compra sin parar y deja la basura por todas partes.

—Iré esta noche, yo invito, pero que SeulGi no esté.

—¿Vas a llevar un anillo o qué?

—Que sea una cita. Te sigo gustando, no importa cuanto me odies. Wendy, tuve mis razones para hacer lo que hice, no solo era yo, estaba en juego toda mi familia.

—Bien, por esta noche quiero beber y comer, eso sí, saca tú a SeulGi.

—Su familia viene mañana, que se quede mientras tanto con Irene, yo me encargo. Serás mía toda la noche.

Wendy no parecía muy emocionada por ello, aún así era mejor que pasar la noche con SeulGi.

***

JiSoo se odiaba a sí misma por lo que había hecho, al inicio no hubo problema porque sentía que se quitaría un peso de encima, pero cuando Rosé le dijo aquello, cayó en la dura realidad, sin duda era el karma.

—¿Tu papá ya lo sabe? Me matará.—Estaba aterrada.

—Todavía no, solo lo saben Wendy y tú. ¿Qué haremos?

—Decirle a Tiffany que estás embarazada, ella nos dirá que hacer.

—No te ves bien, no te cayó bien la noticia, no te culpo, a mi tampoco.

—No, amaré a ese bebé tanto como te amo a ti, lo prometo.

Muy sonrojada, Rosé volvió debajo de las sábanas. Lo que iba a preguntar a continuación requería no tener contacto visual.

—Quiero hacerlo—Dijo suavemente.

—¿Hacer qué?—Un olor a feromonas invadió la habitación—Oh, bueno, supongo que sí podemos, tu papá no está aquí.

Como un animal salvaje, salió de la sabana y se abalanzó sobre los labios de JiSoo. Con Rosé olvidaba toda esa mierda por la que estaba pasando.

Mientras tanto en un café del pueblo;

—¿Te gusta el de fresa? Si lo combinas con café lo vas a vomitar.

—Es un antojo.

—¿Se acabó el antojo de pescado?

—Sí, quiero helado con café.

Lisa no tuvo opción más que pedir el café para mezclarlo con el helado que compró en el supermercado.

ALFA  [CHAESOO] [JENLISA]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant