Capítulo 1

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¿Que ha pasado?

Dahlia parpadeo varias veces con dificultad debido a que un foco de luz hizo que sus ojos se hirieran. Intentó levantarse, pero estaba atada de pies y manos en una camilla de hospital. Forcejeo un poco con la esperanza de que estas cedieran y pudiera escapar. 

No sabía dónde estaba y no recordaba nada, tenía mucho miedo. 

Miró a su alrededor y lo único que podía ver eran las siluetas borrosas de algunos muebles de la sala en la que se encontraba. Su atención fue captada cuando se percato de que alguien con una bata blanca entraba en la sala. Cuando se acercó pudo ver mejor su rostro. Este era un hombre mayor, y por su vestimenta dedujo que sería médico. A pesar de que estuviera confusa porque no sabia donde se encontraba, lo que la asustó fue que en su mano tenía una jeringuilla y Dahlia no tenía muy buenos recuerdos de aquel utensilio. 

Se incorporó de golpe y empezó a moverse de un lado a otro para que no le introdujera el líquido. 

El hombre le decía cosas, pero Dahlia escuchaba su voz en la lejanía debido a las drogas que le habían metido anteriormente. No podía mover la boca ni emitir palabra alguna, había dormido algunas partes de su cuerpo, pero afortunadamente aun podía mover tanto brazos y piernas.

El doctor la sujetaba por los hombros para que no se moviera y mientras, un par de enfermeras se unieron para cogerle las piernas. 

Al final, le consiguieron inyectar la sustancia y Dahlia sintió que su cuerpo dejaba de moverse aunque ella le indicara que luchara. Solo pudo hacer que una lágrima cayera por su mejilla. 

Los curanderos salieron de la sala asegurándose de que estaba bien atada.

Tras dos horas, Dahlia estuvo mirando el reloj que tenía enfrente y absolutamente nadie entró en ese tiempo. Cuando la puerta se abrió al fin, apareció un hombre vestido de militar, Dahlia ya podía hablar.

-¿Dónde estoy? - preguntó con dificultad mirando al hombre sin poder mover su cuerpo.

El desconocido cogió una silla y se sentó cerca de la camilla de Dahlia.

-Buenos días señorita Russo, me llamo Nicolas Morris y soy curandero. Somos conocedores de que debe estar desconcertada y sin saber muy bien que ha ocurrido y porqué está aquí - el hombre hizo una pausa para prepararse con un papel y un boligrafo para así apuntar todo lo que Dahlia decía- dígame, ¿recuerda algo antes de que abriera los ojos aquí?

Dahlia intentó recordar, pero su memoria tenía muchas lagunas. 

-Estaba en Dragston...la luna escarlata...no recuerdo qué pasó después de la luna...¡Espere! ¡¿Dónde están Becca, Edric, Ramen...?!

Nicolas le tranquilizó suavemente para después apuntar algo en el papel.

-Me encargaré de descubrir donde están, es probable que...

En la sala reinó el silencio, el doctor bajó la mirada y dio un largo suspiro.

-Es probable que estén muertos...

-Eso es imposible, vencimos a Demerak, ¿no?

Nicolas negó con la cabeza.

-Mi labor es informarle qué fue lo que ocurrió - trago saliva y comenzó - en la fiesta que tuvo lugar en el colegio Dragston, más de la mitad de los alumnos fueron asesinados por las sombras, usted, señorita Russo, fue herida de muerte con la daga de las sombras -hizo una breve pausa para dejar que Dahlia entendiera cada palabra - Hiciste un movimiento estratégico que te permitió utilizar tu segundo poder para caer en un profundo sueño antes de morir. Tuvimos que desalojar el colegio y por suerte te encontramos, investigamos todo acerca de ti...señorita Russo, lleva tres años en el sueño de la muerte...

El resurgir final (A.L.P) #3Where stories live. Discover now