Capítulo 5

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Cuando se consiguió quitársela por completo aquella mirada de cansancio se había esfumado por completo, ahora sus ojos mostraban sorpresa y confusión.

Edric pareció ver un fantasma, estaba pálido y ni siquiera pestañeaba, su mirada se mantenía en el rostro molesto y furioso de Dahlia. Su boca se encontraba entreabierta y sin intención de cerrarla.

Antes de dejar hablar a ninguno de los dos, Cordelia se levantó del banco y fue hacia ellos.

- No me sorprende que hayas sido tú, solo quieres destrozarlo todo - dijo con odio - ¿Edric, estás bien? - le cogió su cara entre sus manos.

Edric no apartó su mirada de Dahlia, aún seguía observándola de la misma manera. Cordelia siguió sus ojos y cuando vio que seguía mirándola embobado, se cruzó de brazos girándose hacia Dahlia.

- ¿Cómo se te ocurre? - preguntó Cordelia empujándola.

Dahlia estaba apunto de pegarle un puñetazo para darle su merecido, pero el commander se adelantó y se puso entre ambas.

-¡Cálmense! - aseguró el profesor separándolas - ¡Si este comportamiento continúa, no tendré más remedio que expulsarlas a las dos!

-Casi mata a mi novio - se quejó Cordelia inocentemente.

-¡Salid de mi clase! - les señaló la puerta - ¡Ahora mismo!

Dahlia sin decir nada, salió de la sala a paso firme como si con cada pisada estuviera pisoteando a Edric, él se encontraba sin palabras y desconcertado pensando que todo lo que acaba de presenciar había sido un sueño.

-¡Por tu culpa nos han echado! - gritó a sus espaldas Cordelia.

Sin escucharla, Dahlia siguió su camino, tenía claro que necesitaba airearse.

-Eres una cobarde, ¿me oyes?, una asquerosa cobarde - chilló con enfado.

Dahlia se giró con rapidez y le soltó un chispazo a los pies de Cordelia haciendo que esta retrocediera un poco.

-No me das miedo - aseguró Cordelia antes de que Dahlia saliera de aquel lugar.

Pero antes de hacerlo, Dahlia paró en seco y con una sonrisa llena de malicia y orgullo se giró un poco para mirarla de reojo.

-Entonces no tienes nada que temer, ¿no? - dicho eso siguió sus andares y salió de ahí.

Puede que estuviera enfadada, pero estaba destrozada, habían pasado muchas cosas desde que se había ido. Ahora Becca era amiga de Melvina y Edric tenía novia...

¿Cómo se podía ser tan traidor?

Cuando llegó a su cuarto, empezó a llorar como nunca lo había hecho. Recordó el momento de su vida en el que era la felicidad quien inundaba su cuerpo y no aquella horrible sensación de soledad y tristeza.

***

- ¿Como que nunca has hecho una tarta? - le preguntó su mejor amiga abriendo sus enormes ojos.

- Mis padres no me dejaban entrar a la cocina, solamente si quería coger algo de comida - aseguró Dahlia encongiendose de hombros.

- Ahora mismo te enseñaré a como preparar una

Sin dejarle decir nada más, Becca agarró la mano de Dahlia y la arrastró por toda su casahasta llegar a la cocina. Después de que Becca le explicase todos los pasos que debían seguir y los ingredientes que debían utilizar, las dos se pusieron manos a la obra.

- Becca estás salpicando toda la harina - rió Dahlia mientras veía como su amiga revolvía la masa con torpeza.

- A ver si tú sabes hacerlo mejor 

El resurgir final (A.L.P) #3Where stories live. Discover now