31. Mi último baile (final)

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Capítulo 31

(final del primer libro)

Mi último baile

⭐⭐⭐

Y entonces dio su discurso:

—Hola, soy Pilar Evans y preparé un discurso para nosotras, los chicos que, a partir de hoy dejaremos de ser chicos para convertirnos en adultos y salir al mundo.

Queridos compañeros y amigos, no importa que tan rápido queramos lograr nuestros objetivos, el paisaje de la ciudad no cambiará de un día a otro. No importa que tan seriamente queramos tomar las cosas, el tiempo siempre nos hará volver atrás.

Pero a pesar de todo lo malo a lo que nos enfrentaremos, quiero decirte que nunca te des por vencido, la vida es un gran sube y baja; hay altos y bajos, eso hace parte del mundo normal. Tus manos un día podrían estar encadenadas, a veces por la gloria o también por nada. Pero si aun así ¿puedes sentir la vida? Si lo haces, no te rindas. Que el brillante mañana sea el objetivo para lograr nuestros sueños.

Incluso si hay momentos en los que te sientes desanimado, no dejes que eso influya en ti. Si ahora estas en último lugar, si tienes un sueño, siempre te sentirás el primero. Así que, nunca te rindas. No pienses tanto en hacer eso. Tan solo mirando cómo pasa tu vida no conseguirás ganar nada. Con tu corazón, poco a poco, acompañado de tu sueño, el futuro exitoso llegará. Hasta que eso ocurra, nunca te detengas y sigue adelante.

Ten paciencia, el estrés pronto desaparecerá. La vida es más valiosa de lo tú que crees. Sólo tenemos que comenzar con pequeños pasos, aun así, ¿porque crees que ir por el camino de espinas sería malo? A veces hay cosas que no son muy amigables, pero si estamos persiguiendo nuestros sueños sin hacerle daño a nadie, todo estará bien, tengamos mentes positivas. Así que no se preocupen, la vida es un juego, es tiempo de divertirse. Juega. Sigue el camino, sigue tu propio camino... Muchas gracias.

Todos aplaudieron mientras ella sin poder creer que lo había hecho tan genial, bajaba los escalones.

Pilar tomó asiento de nuevo y la ceremonia siguió, ahora tocaba entregar los diplomas. En orden nos fueron llamando y por supuesto a Ian le entregaron un montón de honores, los profesores estaban más que orgullos, al igual que su abuelita, a quien él le dedicó todos sus triunfos. A mí a duras penas me dieron el diploma.

La ceremonia terminó con todos arrojando al cielo nuestros birretes.

Nos tomamos más fotos y luego nos despedimos de nuestros padres para ir a cambiarnos con las chicas a los baños. Mi vestido era color blanco como de princesita: con un corsé, era un poco corto por adelante, en la parte de atrás tenía una pequeña cola. Estaba decorado con diamantes brillantes y varios pliegues caían delicadamente dándole un aspecto frondoso. Usé unos tacones altos de aguja blancos que tenían unas cadenas de diamantes enrolladas en las piernas.

El cabello lo usé suelto, pero con un peinado sencillo. Para no dañar el estilo, usé una diadema también brillante y aretes que combinaban. El maquillaje también fue muy lindo y brillante. Literalmente resplandecía.

Jena usó un vestido azul de dos piezas, un top escotado y una falda larga con una enorme abertura en la pierna derecha. Quedé impresionada cuando la vi salir del baño, pues estaba mostrando su abdomen por completo, sus diminutas estrías no eran lo que llamaban la atención si no uso abdominales bien ejercitados. Jena tenía cuadritos y hasta ahora yo me daba cuenta.

Por otra parte, el dúo del desorden, iban vestidas muy características. Lau llevaba un vestido negro que parecía un bodi por la parte de arriba y abajo, tenía una falda semi transparente del mismo color. Y Pilar llevaba un vestido de brillantes dorado también semitransparente. Esas dos estaban locas, donde el director las hubiese visto, las hubiese echado del baile, pero no podía negar que estaban bien hermosas.

La Chica Que Vino De Las Estrellas © ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora