Capítulo 20

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Cuando sus balas se terminaron, Off usó su arma para defenderse del siguiente tipo que trató de írsele encima, golpeando la culata de su arma en su sien y pateando una de sus rodillas, no con la suficiente fuerza para romperla, pero sí para desest...

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Cuando sus balas se terminaron, Off usó su arma para defenderse del siguiente tipo que trató de írsele encima, golpeando la culata de su arma en su sien y pateando una de sus rodillas, no con la suficiente fuerza para romperla, pero sí para desestabilizarlo y hacerlo caer.

Él escuchó rápidos pasos acercándose desde atrás, por lo que se giró rápidamente solo para encontrarse con un cuchillo que casi se enterró directamente en su cara, sino fuera por su rápida reacción, esquivando el golpe y luego bloqueándolo cuando intentó apuñalarle una vez más.

Agarrando la muñeca del tipo, Off la retorció lejos de su cuerpo y lo dobló, dando repetidos y rápidos rodillazos en su abdomen, una vez perdió la suficiente fuerza, golpeó su mano hasta que soltó el arma blanca, entonces conectó un derechazo en el medio de su rostro y le noqueó.

Off apenas pudo tomar un respiro antes de que dos hombres más lo abordaran y tuviera que luchar contra ellos, le tomó un par de minutos también derribarles, pero una vez lo hizo, continuó avanzando hacia la casa donde sabía debía estar su compañero.

Golpeando el botón de su intercomunicador, Off le habló a sus hombres.

—Reporte, ¿alguien ha visto a Gun? ¿Sigue él en la casa? —Tomó un largo momento antes de que alguien contestara.

—Sigue en la casa, señor, llegamos antes de que tuvieran la oportunidad de sacarlo y nadie ha intentado salir del lugar desde entonces.

—Muy bien, necesito a dos de ustedes para que me respalden, los encontraré justo en la entrada.

Tuvo que esquivar y derrumbar a varios hombres antes de que pudiera llegar al lugar y para entonces, ya había cuatro de los suyos custodiando la entrada. Off señaló a dos de ellos.

—Acompáñenme adentro, ¿están el resto de las salidas aseguradas? —Cuestionó, extendiendo la mano hacia los dos centinelas que le acompañarían—. Armas y recargas —dijo y dos pistolas junto con cuatro cargadores extra fueron dejadas en sus manos.

—Todas las salidas han sido aseguradas —uno de sus hombres confirmó—. Nadie entra y nadie sale sin su autorización.

—Correcto. —Off confirmó que ambas armas estuvieran en buen estado antes de guardarse los cargadores y una de ellas en su cinturón—. En marcha.

Sus hombres no necesitaron que dijera nada más, ellos se deslizaron con cautela hacia la propiedad y se colocaron a ambos lados de la puerta, con un último movimiento de cabeza, procedieron a derrumbarla.

Disparos comenzaron a llegar desde adentro y los tres se pusieron a resguardo, moviéndose nuevamente solo cuando las balas dejaron de llegar. Usando la habilidad que sus años de entrenamiento les habían otorgado, se colaron en el interior, derribando a dos de los tres hombres que protegían la entrada antes de que pudieran hacer algo.

El tercer hombre logró herir a uno de sus centinelas, quien inmediatamente cayó de espaldas al suelo, Off frunció el ceño, hasta que vio el dardo sobresaliendo de su hombro. Maldiciendo en voz alta, lo arrastró lejos de la vista y lo metió en lo que luego descubrió era la cocina.

El omega de un depredador-BrightWinOnde histórias criam vida. Descubra agora