Capítulo 25

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Mew se estacionó frente al viejo almacén y apagó su moto

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Mew se estacionó frente al viejo almacén y apagó su moto. Quitándose el casco, él bajó de ella, dejando el mismo sobre su asiento antes de encaminarse hasta el hombre que le esperaba apoyado en la pared al lado de la entrada del lugar.

—Welasmongkonchai —Mew saludó, el susodicho expulsó el humo del cigarrillo que mantenía en su boca antes de responder.

—Llegas más temprano de lo que esperaba, Suppasit. —Chai le dio una última calada al cigarrillo antes de tirar la colilla al suelo y apagarlo con su bota—. ¿Ansioso?

—¿Es necesario que responda eso?

—No realmente. —El hombre se encogió de hombros—. Pero, Suppasit, ¿estás seguro de esto? Mile va a estar furioso cuando se entere.

—¿Qué harías tu me mi lugar, Chai? —Mew le miró directamente a los ojos y Chai le mantuvo la mirada por unos segundos, como si tratara de afirmar su resolución.

Él terminó asintiendo.

—Iré a comer algo mientras te diviertes. Hay algunos de mis chicos rodeando el lugar, así que no te extrañes si logras ver o sentir a alguien.

Chai se alejó de la pared y se encaminó hacia su auto, deteniéndose junto al cambiaformas conejo por un segundo para palmear su hombro. Él no dijo nada más y Mew tampoco lo hizo, simplemente le vio subir a su vehículo y partir.

Girando nuevamente en dirección al almacén, Mew se encaminó hacia la puerta, la cual abrió con un simple empujón. Uno de los hombres de Chai se enderezó en su sitio y Mew asintió en su dirección.

—Voy a relevarte —Mew le dijo—. Chai salió por algo de comer.

—Suppasit, ¿no? —El tipo preguntó y él asintió—. El jefe dijo que este encargo era para ti.

Mew vio como el hombre tomaba un maletín y lo ponía sobre una vieja y destartalada mesa que había a su lado. Interesado, se acercó a él cuando le vio abrirlo, sus ojos brillando cuando vio el contenido de esta.

—Un pequeño regalo de parte de nuestro alfa, dijo que tal vez le gustarían. —El hombre se hizo a un lado y dejó que Mew contemplara su "regalo" con mayor comodidad—. Elegí las mejores para usted, cada una ha sido cuidadosamente afilada antes —agregó al ver como tomaba una de las dagas en el maletín.

—No sabía que Chai me conociera tan bien —Mew murmuró al aire, tomando ahora uno de los punzantes cuchillos.

—El alfa es alguien muy observador —el guardia dijo—. Ahora, si me disculpa, le dejaré solo para que pueda disfrutar de su obsequio. El alfa líder me pido le dijera que nadie iba a interrumpirlo bajo ningún concepto mientras esté aquí.

—Hum, eso es algo que apreciaría.

—Puedo apostar a que sí. —Señalando frente a él, el guardia le mostró el verdadero regalo a Mew—. Aquí el plato principal, disfrute, señor.

El omega de un depredador-BrightWinWhere stories live. Discover now