18- Reunión de trabajo

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Al día siguiente Silvia se encontraba acomodando unos papeles en un folder, preparándose para la reunión de la tarde.
Estába esperando a que Jorge pasará por ella, antes de irse a Ojai, dónde tendrían una reunión de un negocio.

Eran las 11:35 AM, la reunión sería un poco tarde. El sonido del claxon sonó, se asomó por la ventana y vio el carro de Jorge estacionando afuera.

Tomo sus cosas, cerró y se fue.

—Hola. —saludo Silvia distante.

—Que tal. —respondió el chico a secas.

—¿Ya tienes todo listo?

—Sí.

—Esta bien —se puso el cinturón y cerro la puerta del auto—, vamos.

Jorge manejo por toda la gran ciudad de Los Angeles hasta llegar a la carretera que daba a la salida, condució en camino hacia Ojai California, será un viaje de mínimo una hora y media.

Salieron de Los Angeles y comenzó la trayectoria. No hablaban de nada, solo se escuchaba el ruido de la carretera y un gran silencio.

Cerro las ventanas para prender el aire acondicionado y le dió reproducir al estéreo para ignorar el silencio incomodo.

Silvia miraba para el lado de la ventana, observando los árboles y edificios a lo lejos.
Jorge solo miraba fijamente hacía la carretera mientras manejaba.

El tiempo fue rápido, pasaron 40 minutos de viaje, aún les faltaba poco para llegar a la pequeña ciudad. Jorge quizo romper la tensión y dijo:

—Parece que va llover verdad.

—¿Hmm? —levanto su mirada y observó a la ventana del frente que daba vista al cielo, había estado recostada todo el camino— Oh sí. Parece que una gran tormenta se aproxima por las grandes nubes obscuras.

—Si verdad —le dió la razón—, será mejor que nos apresuremos por qué si no, nos va tomar la tormenta de regreso.

—Cierto. —dijo Silvia con indiferencia.

Llegaron a la pequeña cuidad de Ojai, fueron directo al lugar dónde se reunirían con los comerciantes. El lugar tenía un toque rural, mucha naturaleza abundaba en la ciudad, tenía un clásico estilo antiguo, muy bien conservado.

Pararon en un gran campo lleno de cosechas, como verduras o frutas. Jorge ayudo a Silvia a bajar del auto, y caminaron a dónde se encontraba un apuesto tipo formal con toque campestre.

—¡Bienvenidos! —dijo el señor.

—Jorge Salinas —saludo al tipo.

—Silvia Navarro —estiro su mano.

El respondió el saludo a ambos y dijo.

—Vicente Varela, encantado de conocerlos. Por favor acompañenme. —dijo el campestre.

Entraron a una gran casa hermosa, estaban sentados unos 3 hombres de traje, los chicos tomaron asiento.

—Es muy lindo el lugar. —hablo Jorge.

—Claro qué si, más les va encantar el negocio —sonrió el señor—, que les parece si comenzamos.

Silvia y Jorge asintieron y empezaron a trabajar. Hablaron de negocios, inversiones sobre nuevos productos para La Costeña, promociones y diseños para Global Radio.

Pasaron todo el día en eso. Simplemente, haciendo negocios que beneficien a todos. Viendo nuevas cosas. Luego charlaron sobre cómo les va el trabajo, estrategias para mejorar y obtener más potenciadores.

El deseo en tu miradaWhere stories live. Discover now