•Odnoliub•

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-Hanna, estate quieta querida-una mujer de pelo azul claro y rostro angelical lleno de belleza a pesar de tener 30 años, regañaba a su hija pequeña de tan solo cinco años que corría de prisa entre las personas que habían en la plaza.

Hanna, era una pequeñuela algo traviesa, pero obediente al mismo tiempo. Su cuerpecito era delgado sin rozar lo exagerado, poseía un cabello tan blanco que parecía rosar lo plateado, tan brilloso, largo y sedozo. Sus ojos finos en un tono verde casi único, su nariz perfectamente contorneada y sus labios pomposos rosados. Parecía salir de un cuento, o creada por los mismísimos dioses.

La niña miro a su madre y sonrió cerrando en el acto sus ojos y dejando ver sus relucientes dientes blancos.

-Mami ¿Podemos comprar manzanas acarameladas allá?-señalo un puesto a lo lejos.

La mujer no lo pensó y asintió con la cabeza. ¿Como no darle el gusto a una dulzura como esa? La madre naturaleza se había pasado con tanga belleza, Jhoana estaba orgullosa de su bella hija, su lucero. Fue guiada por su hija a un puesto donde vendían exactamente las manzanas acarameladas que su hija quería y otros dulces más.

El puesto era atendido por una mujer también de hermoso y fino rostro de unos 32 años de edad, que era acompañada por un pequeño muchacho de 7 años que a pesar de su belleza tan cautivadora poseía un rostro serio sin expresión alguna.

-¡Buenas!-exclamo Hanna llamando la atención de la mujer y su hijo, la primera le sonrió con dulzura, mientras que su hijo rodaba los ojos con fastidio. Odiaba a la gente adinerada, pero más a sus hijos tan mimados y consentidos.

-Buenos días-saluda Jhoana con una encantadora sonrisa en el rostro-¿Puedes darme tres manzanas acarameladas porfavor? Que tengo una pequeñita aquí que muere por comer una de las suyas.

-Oh, que bueno, espero y les guste-con cuidado rocio más caramelo derretido encima y le dio tres.

-¡Gracias!-la niña agarro rápidamente el palo de su manzana y se giró hacia el niño frente a ella-¿Quieres?-le pregunto mientras impulsaba su mano hacia él.

Tan dulce.

-No.

Tan seco.

-Perdone a mi hijo, no está de humor porque su padre no lo pudo sacar a dar una vuelta hoy-hablo en voz baja disculpándose por el mal humor de su hijo. En parte tenía razón en lo que decía, pero no podía negar que su hijo era un tanto cerrado para hablar con otros.

-No se preocupe, los niños son así.

Hanna y la madre le sonrieron a la mujer como despedida y comenzaron a caminar en dirección a sus casa, mientras que la mujer llamada Shaiw miraba a su hijo con reproche.

-¿Que te e dicho de hablarle mal a los cliente, Mert?

-Lo siento madre, pero esa gente no es de mi agrado y menos esos niños tan mimados-contesto desviando su vista hacia la pequeña niña que hablaba en la lejanía con su madre mientras soltaba a cada rato un pequeña e inaudible sonrisa para él.

Su madre no comentó nada más, prefería no empezar otro debate de esos con su hijo tan cabezotas y menos en la calle.

...

La noche había llegado más pronto de lo que Hanna hubiera querido, se encontraba acostada en su diminuta cama esponjosa mientras su madre le leí uno de sus tantos cuentos favoritos. Ella le prestaba atención, intentando buscar el sueño, pero esa noche una pregunta atormentaba su mente y no sabía porque.

-Mami ¿nosotros podemos relacionarnos con la gente que vende en la plaza?-pregunto una vez su madre estaba cerrando el libro aún sentada en la esquina de la cama de su hija.

La mujer pensó unos segundos su respuesta, primera vez que su hija le hacía tal pregunta. No se esperaba que tan pequeña indagará sobre eso

-Podemos ser amigos de ellos-respondio simple-¿Porque la pregunta, cariño?

-Es que yo quiero ser amiga del muchacho de la plaza, podríamos sacarlo cuando su padre no pueda-hablo entusiasmada. Siempre de tan buen corazón y tan inocente.

-Bueno eso ya lo veremos mañana-se paro la mujer alisando su perfecto y blanco vestido. Se acercó a la frente de su hija y depósito un corto beso-Que descanses cariño, hasta mañana.

(✿)

Lo sé, un primer capítulo corto, pero los dos primeros capítulos son para que entiendan un poco la trama que viene a partir del capítulo tres, donde ya no son niños. Ya basta de spoilers.

Si han llegado hasta aquí les quiero ofrecer mis más grande ¡Gracias!, Espero que les siga gustando la historia. Muchos (no es falta de ortografía 🤭)bwsitos con sabor a chocolate para todos.