2

1 1 1
                                    

Hanna tan energética como siempre se soltó de la mano de su madre y corrió entre las personas que hoy estaban en la plaza, aunque no eran tantas puesto que era lunes y casi todos trabajan. Su madre con algo de trabajo la alcanzó ya parada frente al puesto de la mujer del día anterior.

-Hola pequeñina ¿Vienes a por otra manzana acaramelada?-pregunto con amabilidad Shaiw mientras le sonreía a la niña, quién hoy portaba un hermoso y largo vestido verde lleno de mariposas que parecían tener vida propia.

-Sí, pero mi mami y yo venimos hoy también por algo mas-hablo entusiasmada jalando la mano de su mamá mientras estaba mirando de reojo al niño sentado a una distancia de su mamá y el puesto.

-Buenos días señora-se quedó en silencio esperando que la mujer completará la frase.

-Shaiw Jions-completo de invediato aún sin borrar la sonrisa de amabilidad.

-Señora Shaiw, es un gusto-le tendió lo mano en forma de saludo-Mi nombre es Jhoana Liwis, madre de esta pequeñuela que se llama Hanna, e venido con una ocurrencia de mi hija algo descabellada que espero y no le suene en malo términos. Mi niña es muy sociable-solto una pequeña risita y volvió a hablar-Ayer se quedó conectada con lo que dijo y vino hoy a pedirle que su hijo pasee un rato por el prado con nosotras.

Shaiw miro a la niña sin decir nada, está encantada con haberse topado con gente tan amable y con una niña tan pequeña que se preocupara por los demás con una cosa tan simple. Pero sabía que su hijo no iba a querer aceptar a la primera.

-Oh vaya, estoy muy agradecida con la niña por tener consideración con mi hijo. Por mí estaría bien, pero permítanme pregúntarle a ya que él es un niño bastante cerrado para la gente que no conoce.

Hanna vio como la mujer se alejó de ellas para ir con su hijo y con ojos llenos de emoción esperaba anciosa que aquella plática terminará ya. Tras unos minutos la mujer se acercó con el niño, quien intentó sonreír sin éxito alguno, su desagrado era para el muy díficil de ocultar, pero Hanna era ignorante a eso.

-¿Y bien?¿Si va a acompañarnos?-pregunto Hanna mientras alaba la madre de su mano, su emoción era muy evidente.

-Sí, no tienen de que preocuparse Mert no es un niño revoltoso, es bien tranquilo-hablo la mujer mientras acariciaba con cariño el sedoso cabello de su hijo.

-Tranquila, dudo que pueda algún niño ganarle a mi revoltosa y traviesa hija-solto una pequeña risa y miro al niño-Bueno Mert, vamos al prado un rato.

Hanna no espero mucho para tener el niño frente a ella para así poder agarrarlo de la mano y salir corriendo en dirección al prado. Su mamá acostumbrada rodo los  ojos y compro dos manzanas acarameladas antes de intentar seguir el ritmo de su hija y su ahora "prisionero".

-¿Te gusta el prado?-pregunto la niña sentándose en el verde pasto mientras miraba las mariposas que volaban al rededor de las orquídeas que tenían a su alrededor.

-No, lo odio, tiene mucha luz-respondio seco ganandose una mirada acusadora de la chica.

-Esta muy mal eso, si vamos hacer amigos te tiene que gustar-dijo formando un puchero de indignación.

-¿A sí?-pregunto con una sonrisa ladina en su rostro-¿Cuando dije que quería ser tu amigo?

La niña abrió y cerró la boca con disgusto, este niño era muy malo. ¿Porque no quería ser su amigo? Apuesto que si ella le mostraba sus encantos cambiaria de parecer. Mert miro hacia el frente ignorando a Hanna, quién estaba pensando que sí o sí ese niño tenía que ser su amigo. No sabía porque pero lo quería en su vida.

(✿)

Chic@s ya aquí acaba el relato de niños y empieza la historia en si, una historia que espero y les robe una pequeña parte de su corazón. Muchos bwsitos con sabor a chocolate ❤️

•Odnoliub•Where stories live. Discover now