Recuerdos

305 28 2
                                    

¡A-ah! Ah... ah... m-más, S-Sasu, m-más—

Lo que quieras, mi amor—susurre en su oído, dejando un rastro con mi lengua hasta besar su cuello—Me encantas, Naruto—

A-ah... ya, por favor... m-más...

Lámelos, Naru...puse mis dedos frente a su boca, dejando que los lamiera a su gusto.

Rápido, Sasu...sus ojos llenos de lujuria me volvían loco, dándome ganas de comerme su rica boquita a besos.

Respira profundo, Naru...metí uno de mis dedos, abriéndome paso lentamente dentro de él—Estás muy hambriento, Naru, mira cómo me devoras—dije metiendo otro dedo, ahora un poco más salvaje.

C-cállate, Sasuke, a-aaaah... m-mgggh—

Apenas estamos empezando, Naru... ¿No me digas que no te gusta? —moví mis dedos dentro de él a modo de tijeras, asegurándome de que lo que saliera de su boca no fuera más que placer.

S-se siente muy bien... a-aah, m-me gusta, Sasu...—aproveche para meter un tercer dedo, haciendo que soltara aún más gemidos de su dulce boca¡A-aah! —

¿Lo sientes, Naruto? ¿Sientes como tu cuerpo se pone cada vez más caliente por cómo te toco? —susurre en su odio, sintiendo como se estremecía en mis brazos.

N-no es cierto, ah, amm ¡AH! —

Lo que digas, amor—sentí como comenzaba a mover sus caderas levemente, obviamente superando las mentiras de su boca.

¡A-aah! Y-ya m-mételo, Sasu...dijo en un murmullo.

¿Eh? ¿Qué dijiste, amor? —

¡Mételo! ¡Mételo ahora! —ahora sí que no mentía.

Lo que diga mi amor—bese sus mejillas y atrape sus labios, mientras sacaba mis dedos y comenzaba a prepararme para entrar en él.

¡Ah! Sasu... por favor...

Tranquilo, mi vida, ya te voy a dar lo que quieres...con una mirada lujuriosa, sentí como su piel caliente se estremecía bajo mi toque, mi Naru preparado para unirnos por fin...

Ah, ah, ah... Sasu, Sasu, ¡SASUKE! —y...

Abrí mis ojos...

Maldita sea.

¡Sasuke! —veo una almohada dirigiéndose hacia mi cara¿Qué demonios estás haciendo? Tengo como diez minutos tocando como loco la puerta—ah, otra vez un sueño—Ya es tarde, tenías que haber salido a trabajar hace horas—Naru si estaba ahí como en mi sueño, solo que enojado y vestido con una de esas raras ropas de maternidad.

Si, si, ya voy, ya voy—me levante un poco de la cama, estirando mis brazos¿Y mi beso de los buenos días? —

Sasuke, pasan de las 12 de la tarde, ya no puedo darte un beso de buenos días—

¿Qué?

Dormiste todo el día, Sasuke, que seas el director y dueño del hospital no significa que no puedas ir a trabajar—dijo, mientras me daba un casto beso en la mejilla—Y levántate rápido, que ya Tsunade-san hablo y no se escucha muy contenta—

Embarazo por accidenteWhere stories live. Discover now