Son, finge por mí. |•MiChaeng•|

33: |Solo se estaba preparando|

Solo faltaban unas dos horas para que su madre entrará en el quirófano.
No había pegado un ojo en toda la noche solo por miedo, aunque sentía como el cansancio quería obligarla a dormir, ella solo seguía ahí, despierta, con su cabeza en el regazo de una dormida japonesa que no quiso irse a su hogar.

Volteó lentamente para ver a Mina, sin hacer movimientos bruscos para no despertarla.

Sólo la miró. Perdiéndose en sus facciones, era la primera vez que las podía apreciar desde esa cercanía, siempre tuvo que hacerlo desde la distancia y si, de cerca esa japonesa era aún más linda de lo que se esperaba.

-Chae.- una voz la hizo voltear, pudo ver a Dahyun parada frente a ella, con un vaso blanco en una mano y uno igual en la otra.- Te traje esto, Momo ya trae algo para comer.- dijo extendiéndole uno de los vasos.-

-Gracias, Dubu.- agradeció mientras se levantaba con cuidado, ahí pudo ver cómo la cabeza de Mina estaba apoyada contra la pared, en una posición que sabía que le provocaría dolor de cuello.-

-Son, toma.- Momo llegó con unas facturas y se las extendió.- Tengo que irme, volveré en unas horas, ¿Estarás bien aquí?.-

-Si, Momo, gracias, no hace falta que vuelvas quédate en tu casa y descansa.- contestó la rubia.- Ve con ella, Dahyun, descansa.- pidió, su amiga iba a negarse, pero al ver cómo Chaeyoung le pedía con la mirada que fuera y no se preocupará, solo asintió.-

-¿Quieres que venga por ustedes más tarde?.- la japonesa mayor preguntó.-

-Por mi no te preocupes, cuando Mina se despierte, te llamo para que sepas que se fue, ¿Bueno?.-

-De acuerdo... Nos vemos más tarde Chae.-

-Mantenos al tanto.- dijo Dahyun antes de alejarse de ellas con media sonrisa y ojos cansados, ninguna de las dos había dormido, solo por no dejarla sola, Tzuyu y Sana se habían ido una hora antes, cuando habían sido un poco obligadas por ella.-

Pero no las obligó a que se fueran porque no quería que estuvieran ahí, las obligó porque necesitaban descansar, habían pasado por mucho en menos de cuatro días, debían darse un descanso, aunque ella también, pero ahora, su salud no importaba si la de su madre iba en decadencia.

-¿Chae?.- una voz la hizo salir de sus pensamientos, giró un poco la cabeza y pudo ver a Mina estirarse, después frotarse los ojos y por último mirarla a ella.-

-Hola... ¿Te duele algo?.- preguntó.-

-Un poco la espalda, no es nada.- contestó.-

-¿Quieres ir a tu casa?.- cuestionó.- 

-No, no te dejaré aquí sola.-

-Deberias ir a descansar, Mina, no estaré sola, Nayeon vendrá en una hora.-

-No discutas, Chaeyoung, no me iré.-

-¿Aún sabiendo que hueles mal?.- hablo, claramente con la intención de molestar a la mayor.-

-¿Huelo mal? ¿De qué hablas? Yo huelo bien.-

-Um... Eso no es lo que dice mi olfato.- siguió molestando, solo bromeaba, la japonesa si olía bien, quizás era un perfume muy bueno que usaba, sentía un toque de fresas, era bueno.-

-¡Mientes!.- exclamó con una mueca.- Iré a casa a bañarme, vuelvo en media hora.- mencionó levantándose de su lugar, miró a Chaeyoung con odio, antes de alejarse.-

-¡De acuerdo, Minari!.- exclamó con media sonrisa, la cual se borró cuando perdió a la mayor de vista.-

Todo se había ido a la mierda muy rápido, antes de ayer su madre estaba completamente bien y hoy, hoy estaban aquí, ella con el corazón en la garganta y su madre con pocas posibilidades de salir con vida de esa habitación.

El solo pensar en eso, la enfermaba, sabía que no debía pensar en esas cosas, pero se le hacía inevitable, ya había perdido a su padre, ¿Qué o quien le aseguraba que su mamá saldría de esta? Exacto, nada, ni nadie.

Su mamá era fuerte, claro que lo era, pero, su enfermedad, parecía ser más fuerte que ella y eso la asustaba.

Solo se estaba preparando mentalmente, por las dudas, se preparaba por si al salir de ese lugar, lo hacía sola. Lo hacía con la intención de buscar a Wonyoung, para seguir con sus vidas, pero con la ausencia de su madre presente.

Solo se estaba preparando, por su bien y por el bien de su familia.