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Las asignaturas habían cambiado, ahora eran puras materias oscuras, la magia oscura ya empezaba a apoderarse de Hogwarts.
Por donde caminaba Alyssa miradas la seguían, su aspecto físico daba mucho de qué hablar, y no sólo eso, también su historia familiar.
—Escuché que su padre es hijo de quien tú sabes...
—Yo oí que ella dio su sangre a cambio de poder...
—Se dice que el año pasado se fue a mitad del ciclo para reunirse con quien tú sabes. La sangre de él corre por sus venas...
El vaso de té de calabaza caliente que llevaba una de las tres chicas explotó en sus manos, el líquido empezó a quemar totalmente las manos de esta chica.
—¡Ahhhhh!—Gritó de dolor.
Alyssa sonreía de lado mientras la observaba, finalmente se acercó a ellas y habló.
—Yo oí que un día de estos alguna de ustedes puede amanecer sin lengua... Cuidado con sus palabras.
Las pequeñas niñas de tercer año la miraban con terror, querían salir corriendo de ahí pero sus piernas no respondían.
Con una sonrisa victoriosa Alyssa siguió caminando hasta que se encontró con Dalia y Kennie, quienes la esperaban para ir a comer.
—¿Qué les dijiste?—Preguntó Kennie mientras empezaban a caminar.
—Que no dijeran cosas sin saber si son verídicas—Mintió con cinismo, sus amigos sabían que esto era falso.
—No, no les dijiste eso—Rio Dalia. Alyssa rio en respuesta y antes de que pudiera hablar fueron parados por una chica que estaba frente a ellos.
Su melena pelirroja era indistinguible. Ginny Weasley.
—Tú...—Dijo con odio viendo a Alyssa. La castaña alzó una ceja en respuesta—¿¡Cómo tienes la cara para volver!? ¡Por tu culpa Harry tuvo que escapar, sus tíos lo abandonaron y ahora está en sabrá merlin donde!
—¿Te preocupas únicamente por Harry, cariño? Te recuerdo que tu hermano también está ahí fuera—Le dijo Dalia cínicamente. La pelirroja se puso colorada de inmediato.
—No sé cómo Harry salió con alguien como tú...
—Es fácil, soy hermosa, inteligente, con gran sentido del humor, un cabello increíble y con muchos talentos ocultos que pocos conocen—Contestó con egocentrismo—Tú sólo eres una obsesionada con Harry Potter que busca parejas para tratar de darle celos, pero ni así te hizo caso.
—Tú...-
—Es cierto, Weasley.—Dijo ahora Kennie—Has lastimado a tantos chicos por tu obsesión con Potter que ya ni recuerdas quiénes son. Madura. Y no quieras ponerte el papel de santurrona, no te queda ni poquito.
