Jungkook termina con Taehyung porque quiere vivir y tener nuevas experiencias con otras personas. Se siente muy bien, muchas fiestas, mucho sexo y diferentes experiencias, pero... ¿Por qué le molesta cuando Taehyung también adopta ese estilo de vida...
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JungKook se encontraba recargado en el cofre del auto que se suponía que los llevaría hasta la villa en la playa. Su abuela alegremente le había ofrecido su residencia que pocas veces era utilizada, pero JungKook temía que continuara de aquella forma, pues a pesar de que esperaba pacientemente la llegada de TaeHyung, el pelimorado simplemente no aparecía.
Los primeros minutos había tratado de ser positivo, quizás se había apresurado demasiado y tomado poco de su tiempo para cambiar su uniforme escolar por ropa un poco más cómoda, pero no había deseado hacer esperar a TaeHyung, prefería ser él quien esperara. Sin embargo, conforme los minutos continuaban corriendo, esperar acompañado de sus propios pensamientos se convertía en un trabajo difícil. Separándose del auto, JungKook caminaba tan solo un par de pasos alrededor para matar el tiempo; el llavero del mando del coche giraba en uno de sus dedos en un intento por calmar sus nervios.
Aquello no funcionaba demasiado cuando TaeHyung seguía sin aparecer.
¿Debería comenzar a sentirse rechazado?
No quería hacerlo, así que continuaba con su andar sólo para ocuparse y no prestarle atención a sus pensamientos; sus manos estaban dentro de los bolsillos de su pantalón de chándal. Aunque no se percataba del momento en el que se había detenido para recargar sus brazos sobre el techo del auto, su entrecejo se encontraba apretado y su lengua ya empujaba contra su mejilla interna en una señal de indicaba que se encontraba completamente perdido en sus pensamientos.
Después de todo, ni siquiera había tenido la oportunidad de una buena despedida con quien consideraba el amor de su vida.
— ¿Esperas a alguien?
De inmediato como el pensamiento le abordaba, una voz baja resonaba sobre su oreja a la par que su cintura era tomada. Reconocerla era como un alivio para su razón, mas un motivo para que los latidos de su corazón se aceleraran.
Cuando giraba, sin querer que sucediera, TaeHyung retiraba las manos de su cuerpo y aunque permanecía cerca también terminaba por dar unos pasos atrás. El aire se atascaba en su pecho al observarlo. Se veía tan atractivo con esa ropa cómoda y su cabello morado despeinado que JungKook fácilmente dejaba pasar todos los indicios que apuntaban al poco tiempo que había invertido en el cambio de su ropa.
— Sí, espero a un chico lindo.
— Oh... Entonces lo lamento porque no soy yo.
La sonrisa de JungKook desaparecía.
— ¿Qué?
— Yo soy... — TaeHyung alzaba su mano lo más que podía hacia el cielo. — Lo que le sigue de lindo.
JungKook recibía con adoración y demasiada paz para su corazón la pequeña risa que escapaba de la garganta de su exnovio.
