Capítulo 28.

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Nota importante: Recuerden que todo lo que leerán en esta historia es ficción, por lo tanto, es producto de mi imaginación. Posiblemente se mencionen una que otra cosa de la realidad, sin embargo, la mayor parte de lo que tratará ‘la mafia' y todo lo que lidera Taehyung, será inventado por mí. ¿Vale?

28

Luego de cepillar sus dientes y lavar su cara, los tres bajaron al comedor, encontrándose con la señora y señor Kim ya sentados desayunando.

Fue un desayuno tranquilo, lleno de risas y bromas, Juhyun no había dejado de hablar con sus abuelos, les hablaba de las especies de dinosaurios que conocía y eran un montón. Amelia estaba sentada a su lado, dándole la comida, aunque Jungkook quiso hacerlo, sin embargo, terminó cediendo por la insistencia de la pelirroja en que ella podía hacerlo en su lugar, aunque no se sentía cómodo con la idea de que otros hicieran por él tareas tan simples como darle de comer a su hijo, no pudo refutar, después de todo, ella solo cumplía su trabajo.

A pesar ese momento y los exuberantes lujos, en este desayuno se dió el tiempo de observar a cada uno de los Kim, dándose cuenta que eran bastante sencillos, exceptuando a Taehyung.

No solo su porte era elegante y delataba su clase social, sino también su forma de hablar, moverse e incluso esa mirada cargada de superioridad gritaban a los cuatro vientos que estaba podrido en dinero y poder. Y era algo bastante entendible, el hombre era dueño de la mayor empresa del país, tenía diez empresas más, igual de exitosas, también era líder de la segunda mafia más poderosa del mundo, y miles de negocios que ascendían a millones de dólares anuales.

A pesar de esto, le había mostrado un lado tan dulce y comprensivo de él, que llegaba a costarle creer que ese mismo hombre era un criminal.

—¿En qué tanto piensas? —La caricia en su cabello lo sacó de sus pensamientos, alzó su mirada a aquellos ojos ámbar llenos de brillo y que lo miraban de forma dulce. —Estas muy distraído, hace veinte minutos que sigues peinando el mismo mechón de cabello.

—¿Te gusta lo que haces? —Soltó la pregunta de repente.

—¿Qué cosa?

—La mafia, ser su líder. ¿Te gusta hacer todo eso?

Taehyung pareció pensar. —No es algo que pudiera decidir.

—¿Por qué?

El castaño se alejó de Jungkook, que se encontraba sentado frente al tocador de la habitación, debían salir en un rato a la escuela de Juhyun. —Las mafias italianas tienen su propio régimen y reglas que deben cumplirse. —Comenzó a explicar, se sentó en la punta de la cama mientras miraba al pelinegro. —En Italia el tener una organización delictiva va de familiar en familiar, nadie externo a la familia puede liderar, son lazos de sangre que no pueden romperse y si lo haces... Mueres. —Jungkook tragó saliva. —Mis padres se conocieron en Italia en la plena flor de su juventud, mi padre estaba tomando el mando de la empresa que mi abuelo le había dejado y comenzaba a ser exitosa, pero nada fuera de lo común, así que le ofrecieron cerrar un trato con una prestigiosa empresa italiana y terminó en el sur de Italia, en Calabria. Cuando iba de camino a la reunión con el empresario, su auto estuvo apunto de atropellar a una mujer italiana... —Taehyung sonrió con gracia. —Era mi madre. Vestida de novia, con zapatos en mano y con suma desesperación le pidió a mi padre que la ayudara a esconderse porque la estaban persiguiendo para obligarla a casarse con un hombre que no conocia.

Papá por accidente || Taekook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora