Papá por accidente || Taekook

Capítulo 43.

43

El sonido del disparo afuera lo sobresaltó tanto que soltó el cuello de Jungkook ocasionando que el cuerpo inconsciente del pelinegro cayera duramente contra el suelo.

—Señor, debemos irnos, el chico no vino solo. —Le informó uno de sus guardias entrando en la habitación sosteniendo su arma en alto. —Ese maldito guardia ya ha herido a seis de los nuestros, apenas logré darle en un brazo. —Gruñó.

Hyunjin salió de su estado de shock por los disparos y alzó el cuerpo de Jungkook del suelo.

Salieron por la puerta trasera de la casa, mientras el guardia disparaba en respuesta, el rubio subía a Jungkook a la camioneta. —Mata a quien sea que vino con él, no quiero testigos. —Ordenó a su guardia, rodeando la camioneta y subiendo al asiento de piloto.

Encendió el motor y puso el vehículo en marcha alejándose del intercambio de balas a sus espaldas.

Aceleró lo suficiente para alejarse considerablemente de la casa, miró por el retrovisor percatándose que el último de sus guardias caía al suelo herido, mientras un hombre de traje que no logro ver con claridad por la distancia, salía de la casa mirando su camioneta alejarse.

—Carajo. —Murmuró, cuando lo vió subirse a una camioneta blanca y comenzar a seguirlo.

Hyunjin aceleró, debía perderlo.

Miró a Jungkook aún inconsciente a su lado y frunció el ceño, no se movía. Estiró su mano y la colocó cerca de su nariz, verificando su respiración, suspiró aliviado al sentir como comenzaba a respirar.

Miró nuevamente el retrovisor, ese maldito hombre no dejaba de seguirlo. —¿Con quién demonios te metiste, Jungkook? —Gruñó, girando bruscamente en una intercepción.

Sacó el arma de su cinturón dispuesto a descargarla hacia el auto que lo seguía, pero, en ese instante sintió que alguien tiró del volante ocasionando que el auto se sacudiera.

Giró su rostro de forma descomunal, Jungkook intentaba quitarle el mando del volante. —¿Que demonios? ¡Suelta el volante, maldita sea! —Le gritó.

A pesar de los mareos que azotaban su cabeza, con las fuerzas que tenía Jungkook comenzó a forcejear con Hyunjin por el control del auto. —¡¿Por qué me haces esto?! ¡SOLO DÉJAME EN PAZ! —Gritó el pelinegro lleno de frustración.

—¡NO VOY A DEJARTE IR CON OTRO, ERES MÍO!

—¡VETE AL INFIERNO! —Jungkook sintió el arma posicionarse en su cien, su respiración se cortó.

—Nos iremos juntos, cariño.

El forcejeo había terminado, Jungkook apretó sus labios mientras miraba al rubio con fijeza. —¿Vas a matarme? ¿Realmente lo harás?

—Si eso evita que me dejes, lo haré, Jungkook, te juro que te asesinaré. Eres mío.

Jungkook negó mientras las lágrimas decoraban sus mejillas. ¿Él realmente se había enamorado de alguien tan retorcido? Que ciego había estado.

Su corazón bombeaba con fuerza, su pecho subió y bajo rápidamente, sostuvo la nuca del rubio con una de sus manos mientras tomaba el volante con la otra. Lo obligó a mirarlo directamente a los ojos, esta vez sin apartar la mirada hacia la carretera. —Matame.

—Deja de decir idioteces, debo ver el camino. —Hyunjin intento voltear hacia la carretera, pero Jungkook sostuvo su agarre con firmeza impidiéndoselo. —Jungkook, suéltame o te juro que...

Jungkook soltó el volante y sostuvo el arma apuntando a su propio pecho. —¿O me juras que vas a matarme? —Sonrió tenue. —Hazlo, mátame. Prefiero estar muerto a estar un solo segundo a tu asqueroso lado, puta escoria.