Papá por accidente || Taekook

Capítulo 34.

34

Taehyung acostó a Juhyun en su cama, el pequeño niño sonreía risueño.

No pudo evitar aquella sonrisa tierna que apareció en sus labios al ver a Jungkook dejar un amoroso beso en su mejilla para susurrarle un cálido; “Te amo, mi pequeño", que logró estremecer su ser.

El castaño dejó un casto beso en la frente de su hijo y junto a Jungkook salieron de la habitación.

Una suave caricia en su brazo captó su atención, miró al pelinegro con curiosidad. —Gracias por este día, Taehyung. —Una encantadora sonrisa se dibujó en el rostro del pelinegro, causando estragos en su corazón.  —Juhyun estaba muy feliz y... Yo también lo estoy, fue maravilloso este día, enserio gracias. —Admitió genuinamente feliz.

—No tienes nada que agradecerme, mi ángel, yo también disfrute este día. —Le devolvió la sonrisa.

—Tu vuelo parte esta tarde, ¿Cierto?

Taehyung miró el reloj de su muñeca. —Lo atrasé hasta el amanecer, tengo mucho tiempo. —Expresó, miró sonriente a Jungkook. —¿Por qué?

Jungkook relamió sus labios y con suma timidez rodeó la muñeca de Taehyung con su mano, lo arrastró lentamente escaleras abajo, luego de esto cruzaron al menos tres pasillos lejanos de la mansión, hasta llegar a una puerta vinotinto de terciopelo. —En un intento fallido por hallar el baño la primera vez que estuve aquí, me topé con esta puerta. —Miró al castaño. —Tengo genuina curiosidad. —Mordió el interior de su mejilla. — ¿Qué hay detrás? —Se atrevió a preguntar.

Taehyung rió brevemente ante el nerviosismo del contrario, giró el pomo de la puerta abriéndola. —Miralo por ti mismo.

Jungkook entró lentamente a la habitación, observó con atención y cuidado el interior.

—Mi padre tiene una afición; el coleccionar vinos es su pasatiempos favorito, en su tiempo libre va a prestigiosas subastas y viñedos solo para conseguirlos. —Comenzó a explicar mientras avanzaban por los estantes llenos de vinos de toda clase.

—Vaya.

—Él ama coleccionarlos y yo amo beberlos. —Le guiñó un ojo a Jungkook que rió divertido.

—Eres un descarado. —La sonrisa no desapareció de su rostro.

Taehyung agarró uno de los tantos vinos y lo alzó. —¿Me acompañas en una copa, mi querido esposo? —Inquirió en un tono divertido.

—¿Supongo que este sería el brindis por nuestro matrimonio? —Cuestionó Jungkook en el mismo tono sonriendo. —¡Espera, no! ¡El brindis es con champagne! —Su rostro enrojeció de la vergüenza por la estupidez que dijo.

Taehyung soltó una sonora carcajada. —Debes iniciar esas clases cuánto antes.

—No te rías de mí. —Jungkook intentó poner una expresión seria, pero al ver la sonrisa en el rostro del contrario no pudo evitar reír igual.

Taehyung negó y entre pequeñas risas se dirigieron a la cocina para abrir el vino.

Tomarían una copa al lado de gran compañía.

[...]

—¿Y SABES QUE FUE LO PEOR? —Gritó el pelinegro moviendo su copa de forma exagerada, mientras alargaba las palabras.

Taehyung negó exageradamente, bebió la última gota que quedaba en su copa. —¿Qué? —Balbuceó, apenas pudiendo articular palabra.

—Yo no tenía un pantalón de repuesto. —Expresó Jungkook.