CAP. 12

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Advertencia: El siguiente capítulo contiene violencia. Si eres sensible por favor no leas.

Y aunque suene sádico, mencionaré que se estarían perdiendo un detalle importante de la historia.

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Louis se había quedado dormido en la carriola, así que con cuidado lo saqué del coche y lo tomé en brazos para llevarlo hasta su habitación.

Al cruzar la sala de estar, noté que el estudio de Namjoon tenía las puertas abiertas, y por supuesto él estaba ahí.

Me detuve a observarlo un poco. Me preguntaba si era buen momento para confesarle sobre mis hijos, pues se veía pensativo sentado en aquel sillón, sosteniendo una mirada dura y perversa enfocado en algun punto fijo en la pared, su mano sostenía un vaso lleno de licor quizás de alguna de esas botellas.

Este no era el Namjoon de antes. Este Namjoon era diferente y sentí miedo, pero le había prometido a Jungkook que podía hacerlo solo.

- Joven Jimin?

La niñera se me acerca sigilosa y logra espantarme haciendo que dé un salto del susto, pero aquello solo logra advertir a Namjoon de mi presencia, haciendo que ambos crucemos las miradas.

Le entrego a mi hijo de inmediato y le pido que lo acueste, que debe quedarse con él hasta que me reuna con ellos en un momento.

Ella asiente, y se lleva a mi hijo hasta su habitación, y luego pienso en: ...si es correcto que ella esté cerca y logre escuchar algo tan privado y secreto. Que esté mas pendiente de nuestra conversación que de Louis, pero definitivamente ya es tarde para decirle que se vaya y de arrepentirme de no haber planeado esto antes.

Cierro mis ojos cuando sé que ya no hay marcha atrás, y decidido... entro en el estudio de Namjoon, luego tomo el pomo de las puertas y las cierro tras de mí.

Lo inevitable estaba por pasar.

- Joon, ya es suficiente, por favor. Suelta ese vaso - le digo acercándome hacia él para quitarle el vaso de las manos. - No te ves bien.

Él no responde, pero me observa con los mismos ojos intimidantes como cuando salí con Louis con excusas, solo para evitar su cercanía.

Pero eso ya no importaba, ahora era el momento preciso para contarle todo. El problema era que no sabía por donde empezar. Su dura mirada estaba puesta en mí, como si supiera que estaba a punto de decirle algo que no iba a gustarle, fue entonces cuando abrió su cajón del escritorio y saco unos cigarrillos; y sin importar lo que yo pudiera pensar, tomó uno de ellos y lo encendió.

- Pensé que ya te habias olvidado de tus antiguos hábitos - solté intentando que lo dejara, pero era imposible con un Namjoon totalmente tenso, tan tenso como me sentía yo, al igual que el ambiente en el que estábamos.

Sin hacer ningún tipo de comentario, se levanta de su silla sosteniendo el cigarro encendido en su mano, se coloca delante de mí, e intenta relajarse apoyando su cuerpo en el escritorio.

- Recuerdas por qué dejé este... tipo de prácticas? - levanta el cigarrillo encendido como referencia - Este... y todo este alcohol que ves aquí.

Los cigarros y las bebidas con alcohol... Namjoon no era ningún vicioso, pero el licor era infaltable en su departamento, en su pequeño mini bar, antes de conocernos, antes de vivir juntos en esta casa. Antes de casarnos.

Claro que lo sabía, pero preferí callar.

- Llevabas un embarazo de cuatro meses - soltó - Me dijiste que debía dar una buena imagen para el niño y bueno... pensé que si iba a ser el padre de tu bebé, debía hacerlo. Así que lo dejé sin pensarlo, Lo hice por tí y por ese bebé.

A ESCONDIDAS (Kookmin)Onde histórias criam vida. Descubra agora