𝐄𝐥 𝐏𝐫𝐨𝐬𝐭í𝐛𝐮𝐥𝐨 🔞

Á𝙣𝙜𝙚𝙡 𝙝𝙚𝙘𝙝𝙤 𝙢𝙪𝙟𝙚𝙧

Jeon Jungkook
Después que mí querida Audrey terminará su presentación, la seguí hasta su camerino. Me quedé unos minutos afuera y pude escuchar como cierta música sonada desde adentro de la habitación, era mi oportunidad para ingresar sin que se diera cuenta.

Una vez que ingresé al camerino, la pude notar de espalda y con una botella en su mano, la bebía desde el pico de aquella botella. Movía sus caderas al ritmo de la música un poco torpe a comparación cuando se presenta en la tarima.

Me acerqué a ella y pose mis manos en su cintura, pude sentir como se sobresalta al sentir mi tacto. Quería girar para ver de quién se trataba pero la detengo, y le susurró en su oreja mientras juego con ella.

-¿Te parece tan divertido dejarme con las ganas? -susurre mordiendo levemente su oreja.

-¿Q-qué haces Jeon? -hablo con cierta dificultad en su tono de voz.

-Responde lo que acabó de preguntarte, Audrey -la volteo un poco tosco y la tomo de su cintura con un poco más de fuerza.

-Esto es un Prostíbulo, eso se hace con los clientes mí quiero JungKook -poso su vista en mí con una pequeña sonrisa de lado.

Le encantaba provocarme y eso la hacía ver más sexy...

-Nunca antes lo habías hecho -contra atacó a su respuesta.

-En eso te doy la razón... Pero no todo los días se ve a alguien guapo -menciono con un toque de sarcasmo.

¿Acaso me dijo guapo? O sea, se que soy un p*to Dios Griego, pero que ella lo dijera lo hacía ver alucinante.

-¿Me sueltas? -pregunto mientras trataba de safarse de mi agarre.

-Dame un motivo para hacerlo, Evans -tome su mentón haciendo que me mirará.

Se quedó callada por unos segundos, al parecer buscaba una respuesta lógica para poder soltarla, pero en mis planes no estaba hacerlo.

-Acabe mi turno, debo cambiarme -volvio a mencionar con sarcasmo.
S-U-E-L-T-A-M-E -deletreo la palabra con molestia.

Su tono de voz era un poco brusco y con seriedad. Se veía extremadamente bien enojada,. miré sus labios sin ningún tipo de disimuló y cuando estaba a punto de besarla, alguien nos interrumpe.

-Pequeña, ¿Estás ahí? -el tono de la persona se hizo presente a pesar del ruido.

-Mierd* -se soltó de mi agarré y dejo la botella en una esquina, bajando el ruido de la música.

-¿Audrey? -volvio hablar.

Ella se limitó a responder y fue abrir la puerta con cierta molestia que se reflejaba en su rostro.

-¿Qué necesitas Lee? -hablo con total seriedad.

-Tenemos que hablar -se adentro al camerino sin ni siquiera haberle dicho.

La mirada de aquel sujetó se concentro en mí, al parecer buscaba algún tipo de explicación del porque estoy ahí. Audrey me miró como diciendo que me quedé, al parecer este tipo la incomodaba, mucho mejor para mí, así no tengo que moverme.

-¿Quién es él? -pregunto mirando a Audrey.

-No te interesa, ahora dime de qué tenemos que hablar -respondio sin importancia a lo que él le había preguntado.

-No pienso hablar contigo cuando tenemos a otra persona aquí -su tono de voz se elevó.

-Pues vale, entonces vete -volvio a la manija de la puerta y la abrió.
No tenemos nada de que hablar te dije.

-Que se valla él! -exclamo.

-¿Por? -me metí a su conversación.
El que se tiene que ir eres tú.

-¿Tú quién te crees que eres? -elevo su voz.

-Lee, Vete -hablo la joven ya molesta.
No te quiero ver

Sin más que decir aquel sujetó salió del camerino hecho furia, nadie en su vida le había pedido que se fuera de tal manera y eso le molestaba por completo.

Una vez que se volvieron a quedarse solos, JungKook solo se limitó a ver a su Hermanastra, tratando de descifrar el motivo por el cual se había alterado ella al ver a ese sujeto que no daba para nada una buena espina.

¿Quién era y que era de Audrey Evans?

Horas más tarde
Compré los snacks, bebidas y dulces. Subí a mi auto con todas las compras, pasé por una de las calles con mejor vista a toda la ciudad. Me detuve un rato, quería admirar las bellas luces que estaban por todos los edificios de la cuidad, una muy buena vista para ser sincero.

Mientras admiraba aquel bello paisaje mi mente recordó lo que había pasado horas atrás. ¿Quién era Lee? Para que Audrey se pusiera nerviosa y el ambiente un poco tenso debió ser alguien importante en su vida, pero no tengo la remota idea.

Mañana tenía una junta en la empresa Jeon, mí queridísima hermana me lo recordó lastimosamente. No quería ir, pero tenía que ir porque soy quién manda y no puedo faltar porque sería quedar mal con los inversionistas de la empresa. Odio mandar, odio ser el hijo primogénito de la Familia Jeon, simplemente odio mi simple existencia.

Casa Evan's Jeon
Todos reunidos en la sala, mí madre y el señor Evans sentados en el medio del sillón, mientras Audrey estaba  a un costado y yo en el otro.

-¿Romance? -mencione con mi cara de desagrado.

-Sí, es la historia muy linda -menciona mi madre con una sonrisa.

-No podemos ver otra cosa que no tenga ver con gente enamorada -hablo Audrey mientras buscaba en la cartelera de Netflix alguna otra película.

-¿Por qué? Las historias de romance son muy lindas -hablo su padre.

-Prefiero que se me aparezca un muerto, que ver algo romántico y cursi -menciono con total desagrado.

-Son bien malo, deberían darle una oportunidad al romance -menciono mi madre.

-No! -dijimos al mismo tiempo.
-Esto es totalmente patético -rodee mis ojos.

Los dos adultos soltaron una risa algo fuerte, las expresiones de Audrey y las mías eran casi iguales, confusión y desagrado ante lo mencionado de ellos. No me gustaba el romanticismo o algo que tenga que ver con el amor, ¿Me he enamorado? Sí, y por eso digo que es un asco, que la gente romántiza con naturalidad, como la infidelidad como sí llevar cachos es lindo.

Minutos después
Después de un rato buscando que ver, habían tomado la decisión de ver una Serie romántica de 16 episodios, sí un jodió K-drama de lo que no soy amante, prefiero la de Vicenzo o My name esos son K-dramas que ama la gente y no anda llorando, bueno en esos dos mueren dos personajes queridos y sí o sí lloramos pero la vida sigue dijeron los Bities...

Audrey ya se estaba durmiendo, ya se hubiera dormido sino se estuviera comiendo unas papas fritas con cebolla y una gaseosa. Mientras nuestros padres reían, lloraban por escenas y gritaban porque se demoran 14 episodios para darse un puto beso o alguna agarrada de mano. ¡Díos! Me estresa que se demoren tanto para que los protagonistas se den cuenta que se gustan, me frustró demasiado por esos K-dramas. Pero era más frustante no poder tocar como quisiera a mí hermanastra...

Es frustante ver a tal maravilla y no poder tocarla como quisieras. Era un Ángel hecho mujer...

Mey_lix1318 🤍