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Todos los platillos eran deliciosos y el YoonGrinch se encontraba extasiado entre tantos sabores, no tuvo miramientos al momento de comer y devoró cuanto quiso. Los demás Quienes en la mesa no dijeron nada al respecto y en cambio tanto SeokJinLou como su madre dejaban más sobre su plato para que continuara llenando su estómago.

JiMinLou estaba sentado a su lado, diciéndole el nombre de cada cosa que consumía y se mantuvo mirando todas sus reacciones tiernas al probar. Mentalmente las estaba escribiendo para volver a prepararle los platillos que más parecían gustarle y comió lentamente su parte sin prestar mucha atención a la plática que los otros invitados tenían.

JungKookRue y TaeHyungMay platicaban sobre sus gustos en común, algo sobre un videojuego en línea para la computadora, música y animes. Del otro lado sus padres y los señores Rue hablaban sobre el pueblo, las ventas que hubo por navidad y cosas sobre el gobernador.

HoSeokMay muy a diferencia de ellos conservó silencio y solo se dignó a mirarlo fijamente, JiMinLou se sentía incómodo por lo penetrante de su mirada y trato de ignorarlo. Sin embargo, el otro Quien que se encontraba frente a él intentaba llamar su atención con pataditas suaves en sus piernas y cuando alzaba la vista lo encontraba sonriéndole.

YoonGrinch no se dio cuenta de nada y al pasar las horas todos se dirigieron hacia la sala para sentarse frente al árbol de navidad, incluso Holly se sumó, tumbandose en el tapete.

La calidez del hogar era reconfortante y la imagen navideña del lugar le trajo ciertos recuerdos, pero no dijo nada al respecto. Observo como cada quien se iba a un espacio para seguir con sus conversaciones y se quedaba de pie, sin saber hacia dónde ir.

Afortunadamente JiMinLou se acercó para tomar su mano y arrastrarlo con él hacia un sillón de tres espacios. Ambos se sentaron juntos y no se soltaron, a pesar de que había varias miradas furtivas sobre ellos.

—Deje un regalo para ti en mi pino— comentó JiMinLou con sus mejillas sonrojadas y sonrisa amplia.

—No sabía que debía traer algo— respondió apenado el YoonGrinch, centrándose en las diferencias de sus manitas para no sentirse tan mal por eso.

—Claro que no lo sabrias por que nadie te invitó, nadie lo haría por que eres un monstruo— interfirió en su conversación HoSeokMay, sentándose en el espacio vacío restante y posó una mano sobre el muslo del Quien rubio.

JiMinLou se molesto tanto por lo que dijo que simplemente no se dio cuenta de su movimiento y se giró para enfrentarlo, dejando que el YoonGrinch solo viera una parte de su bonito rostro.

—Es mi invitado especial, si no tienes nada bueno que decir mantente en silencio— ordenó tajante y le golpeó la mano para que no lo tocara.

HoSeokMay abrió los ojos ampliamente y resoplo, cruzándose de brazos sobre su pecho para ignorarlos. Pensó en volver a molestar, pero Holly se lanzó sobre su pierna para morderle los pantalones y estirarlo lejos.

—G-gracias— balbuceó el YoonGrinch.

JiMinLou no respondió con palabras, solo dio un ligero apretón en su peludita mano y se recostó un poco sobre su hombro para descansar. Se sentía bien estar de esta manera, sabía que quizás estaba siendo muy lanzado, pero YoonGrinch le gustaba y quería demostrarselo.

Claro que el mayor estaba desconcertado y nervioso por sus acciones, por eso es que evitaba mirarlo demasiado tiempo y se fijó en su hermanito. JungKookRue había cambiado desde el mes pasado que lo vigilaba, estaba más musculoso y se encontraba sonriente hacia TaeHyungMay.

—Ellos parecen gustarse— dijo de la nada JiMinLou llamando su atención.

YoonGrinch asintió —Se miran distinto— concordo.

JiMinLou quiso decirle que podían mirarse así, pero se mordió la lengua y se dijo mentalmente que tampoco debía presionar porque sería contraproducente. Escuchó a sus padres gritar "Feliz navidad" cuando el reloj dio las doce en punto y todos comenzaron a abrazarse, por lo que él se sumó.

YoonGrinch se quedó en el sillón, mirando las luces, regalos y percibiendo la música navideña que se reproducía de fondo. Sintió una presión en su pecho, un nudo en la garganta y quiso llorar, apretó sus puños para rehuir a la sensación.

Tal vez lo hubiera logrado de no ser porque observo como HoSeokMay abrazaba a JiMinLou, sonriendo hacia él, burlándose de que no pudiera también hacerlo. Se maldijo a sí mismo por creer en algún momento que ganaría algo de esto, no era un Quien y el menor merecía a alguien mejor; odiaba la navidad.

Se puso de pie y se encaminó hacia la salida, aprovechando que nadie lo miraba y Holly siguió sus pasos sin dudarlo. Pero JungKookRue y sus padres al igual que JiMinLou si lo vieron retirarse, así que silenciosamente se pusieron de acuerdo para que alguien fuera tras él. Aunque JiMinLou no necesito ni que se lo dijeran dos veces, lo persiguió aun sin saber si alguien más pretendía hacerlo. Encontró al YoonGrinch girando en una esquina, la cual iba rumbo al basurero y corrió entre la nieve para alcanzarlo.

—¡YoonGiRue!— grito, intentando detenerlo.

—¡Vete!— contestó en un grito sin mirarlo.

Holly soltó un alarido, preocupado por su dueño que parecía deshecho y comenzaba a respirar de manera errática. Se puso enfrente para interceptar su camino y que se detuviera, así el Quien rubio logró llegar.

—¿Qué te pasa?— cuestionó JiMinLou, alzando la mano para tocarle el hombro, pero el contrario se alejó.

—No te importa, regresa a tu casa y festeja navidad con quienes de verdad deberías— recomendó entre jadeos, las lágrimas deslizándose por sus mejillas.

—No haré eso, puedo ver que estas mal, por favor no te vayas así— rogó JiMinLou, volviendo a intentar tocarlo, más esta vez recibió un manotazo.

Holly ladró unas cuantas veces y YoonGrinch se dio cuenta de lo que hizo, negó con la cabeza asustado y caminó más rápido. Cuando llegó al basurero cargo a su fiel amigo y se adentro en el ducto para aplastar el botón de tirar.

JiMinLou llego tarde y solo los vio desvanecerse, pero aun asi no se dio por vencido y él también se metió para ir a la montaña. No sabía exactamente qué estaba haciendo, más tenía bien fijado que este día no dejaría solo a YoonGiRue.

El frío golpeó su delicada piel y sus pestañas se llenaron de nieve, observó alrededor y vio las sombras alejándose por un rumbo distinto. Probó seguir ese destino, pero el viento era muy fuerte y la tormenta parecía no detenerse.

Sabía que podía lastimarse, ya le había sucedido antes y recordó que el YoonGrinch lo salvó, le cedió un espacio en su cueva y lo curó. No se desplomaría, luchó como pudo para llegar hacia el lado contrario del pico. Holly ladraba fuertemente y JiMinLou se percató de que YoonGiRue se encontraba tirado en la nieve, inconsciente y con las manos sobre su pecho.

—¡Despierta!— gritó alterado, tomando el rostro pálido del mayor.

No hubo respuesta y Holly mordió los tirantes de su dueño para darle el mensaje a JiMinLou de que lo ayudara, debían irse de allí por que el frío no perdonaba. El Quien rubio asintió, se quitó su suéter y levantó un poco el cuerpo verde para meterlo debajo.

Lo recostó sobre la prenda y tomó ambos brazos para arrastrarlo y que la nieve no lo

congelara, ya que no podía cargarlo. Holly le mostró un camino secreto y llegaron a la cueva mucho más rápido, ambos se movieron para recolectar colchas y abrigar al YoonGrinch. Una vez que terminaron, JiMinLou lo atrajo hacia él y lo recostó sobre su pecho para darle consuelo. Podía ver las lágrimas congeladas en las mejillas y sentía el latido apenas perceptible, temía que el contrario muriera. Demasiado inquieto para darse cuenta que era él quien se encontraba helado, temblando y desmayándose.

—Estaremos bien... s-solo hay que descansar— se animó en un murmullo JiMinLou, dejándose vencer finalmente y cerró sus ojos por el agotamiento.

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𝓨𝓸𝓸𝓷𝓖𝓻𝓲𝓷𝓬𝓱Where stories live. Discover now