Capítulo 2: 17 Primaveras

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Al fin hoy descanso, Claudia dice que me mato mucho trabajando pero que le vamos a hacer, soy fiel creyente de eso que dicen los cristianos de que Dios le da las peores batallas a sus mejores soldados.

Me encuentro haciendo limpieza general, se acerca el día de las madres, falta una semana aún, pero mi mamá siempre llega de improviso.

No es que yo no limpie, claro que lo hago todos los días, cuando no lo hace Claudia lo hago yo, pero la limpieza general sólo la hacemos para fechas especiales, y para Diciembre la hacemos aún más especial, esa limpieza es profunda _pa que se vaya lo malo._

A ella siempre le reclamó que viene pocas veces al año, pero dice que su marido y su nuevo trabajo le roban mucho tiempo.

Tengo siempre presente que cuando yo sea madre no seré igual que la mía, si no fuera porque me parió, ni siquiera la llamaría así, nunca se ocupó de nosotras, siempre discutía mucho con papá por cualquier detalle .Aunque madre no es la que da a luz, si no la que cría y eso se lo debo a mi padre, el sí fue madre, padre, amigo, confidente y todo lo bueno que exista en el mundo.

Mi madre nos abandonó a mí y a Claudia cinco meses después de haber nacido mi hermana, gracias a Dios papá siempre estuvo presente, nos ayudó, cuidó, se ocupó de nosotras de que nada nos faltará y eso se lo agradezco desde el fondo de mi corazón.

Papá era policía, y nos inculcó principios, nos ayudó a superar cada problema que se nos presentaba por muy pequeño que fuera.

La vecina se llevó a Avi a jugar con su pequeño en la mañana, lo cual le agradezco mucho.

Ya son las doce y salgo a buscar a Aurora a la casa de la vecina, cuando llegó está su hijo Ernesto sentado en el columpio en el portal, un mulato muy bonito que siempre me dice que le dé una oportunidad ,pero no sé, yo soy más de las que espera al indicado. No me gustaría romper mi ciclo con cualquier imbécil que lo único que quiera sea sólo una noche, para eso que le pague a alguien.

Aunque para salir y despejar si podemos ir, recojo a la niña y nos vamos.

Cuando llegamos me cuenta que Javi, así le dice ella al niño tiene juguetes nuevos y que se los prestó todos, a veces pienso que a Javi le gusta mi pequeña, él tiene ya ocho años y desde que conoce a Avi siempre viene a jugar con ella o yo la llevo a su casa, la trata muy bien y la quiere mucho.

Su familia es buenísima, le están dando una educación sana y muy buena al peque.

Entramos al comedor y ella se sienta a esperar el almuerzo mientras habla sin parar de todo lo que se le ocurre, ella siempre habla hasta por los codos, hay que preocuparse cuando está callada.

Me lavo las manos y las seco, le sirvo y se lo pongo en la mesa junto al mío, mientras almorzamos cojo mi teléfono y reviso mis cuentas chismeando en mi Instagram me entra una notificación, de que Ernesto ha solicitado seguirme, así como lo oyen mi cuenta es privada, no por nada malo sino que no me gusta que chismoseen de mi vida.

Le aceptó la solicitud y enseguida me entra un mensaje suyo.

*_Hola bebé_
Ashhh él y su confianza.
*_Hola Ernesto._
*_Te gustaría tener una cita conmigo._
Ni lo pienso simplemente contestó como si mis dedos tuvieran vida propia.
*_Claro, estás libre hoy a las ocho_
*_Para ti siempre bebé, entonces nos vemos a las ocho_
*_Okey_

Acabada la conversación y después de haber terminado de almorzar, recojo los platos y los pongo en la meseta, le digo a la niña que vaya a ver muñequitos y mientras, yo termino de hacer mi limpieza.

A las cuatro llega Claudia de su trabajo, es profesora de inglés de niños de primaria, siempre le ha gustado enseñar a los demás y junto con su pasión por el inglés la han llevado a dar clases.

Mi enfermera favorita   (Borrador)Where stories live. Discover now