pasos en el mapa

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Harry se despertó muy temprano esa mañana aún se veía oscuro a traves de la ventana, todo estaba calmado y eso le generó paz, su dormitorio estaba igual de desordenado como siempre alguna que otra prenda en el suelo libros apilados en el suelo varios vasos distribuidos en las camas de sus compañeros a su tía nunca le gustó el desorden si viera su dormitorio ahora mismo pegaria el grito al cielo, tal vez esa era la razón por la que se sentía tan a gusto con sus compañeros el desorden lo calmaba increíble pensarlo a sabiendas que para cualquier persona cuerda sería todo lo contrario.

Los sucesos de las últimas tres semanas aún seguían en su memoria, desde el momento en que despertó hasta este punto de su vida a cualquier persona le podría parecer poco tiempo 'ah casi un mes tenemos muchos meses en el año apenas está llegando el invierno falta poco para las vacaciones me iré con mi familia me iré con mis amigos pasaré las vacaciones esquiando o me iré a una playa tropical donde beber de una piña', si sabía perfectamente lo que pensaría cualquier persona de ese tiempo.

Para Harry por otra parte era momento de reflexionar y poner las cartas sobre la mesa en todo ese tiempo no había hecho otra cosa más que pensar en su amiga gracias a Merlin y a algún santo muggle que tal vez o no le había rezado regalandole esta especie de milagro se había levantado sin problemas a los dos días de haber despertado aunque según entendió por la castaña ella estaba perfectamente bien el primer día solo que la mantuvieron en observación por haber estado muerta por cinco horas, para el mundo muggle y la medicina en constante avance ese tiempo se podría catalogar con muy improbable e imposible incluso en el mundo mágico pero viendolo ahora le parecía bien a el, aunque no le pareció justo a su amiga pero no pudo hacer mucho ante el ultimátum de la profesora mcgonagall.

Y si somos sinceros al pelinegro no le importaba con tal y la salud de su amiga estuviera lo mejor posible.

Al levantarse su amiga no había hecho otra cosa más que sumergirse en los libros en su amada biblioteca rodando la histeria desde antes del amanecer hasta después de la cena iba a su clases y todo pero no era lo mismo que ponerse al día y siendo justos la castaña había perdido casi un mes de clases y eso en alguien tan perfeccionista como ella era como la muerte y aunque estaba demasiado paranoica no se lo reprochó... Harry ya no le reprochaba nada e incluso ahora entendía todos y cada uno de sus comportamientos y aunque según ella ya había quedado en paz con su padre hermione nunca dejaría esos hábitos pues ya eran parte de ella de su encanto y eso le gustaba.

Con respecto a ellos dos habían tenido una extensa charla sobre todo lo que pasó hablaron de su familia de su pasado de la razón de Hermione de ocultarlo que aunque le gustaría seguía sin comprenderla pero le daría tiempo y aceptaría cualquier cosa que Hermione le diera, y es que desde que despertó Harry y ron no la habían dejado sola ni un solo minuto al despertar ella se iba corriendo al comedor pues ya estaba un poco cansada que se preocuparan tanto o así lo había querido ver Harry porque no encontraba razón de porque querría huir de ellos si se estaban comportando como auténticos caballeros.

Harry todas las mañanas le cargaba las cosas que eran muchas y muy pesadas 'con razón esa fuerza' y la acompañaba junto a su amigo hasta el comedor donde era el turno de ron sirviendole un montón de comida que obligaba a la castaña a ingerir para recuperar fuerzas pues según el es imposible que vuelvas de la muerte y no vuelvas con un hambre que te comes todo y no la dejaba salir del comedor hasta que se comiera todo, esto a Harry le pareció gracioso pero no se molestó en detener a su amigo pues le gustaba tenerlos a los dos de nuevo.

Y así paso semana tras semana y mientras se colocaba la túnica sobre los hombros pensaba en que todo por fin estaba bien claro la amenaza de Voldemort aún seguía ahí latente en segundo plano pero se decia así mismo que eso no iba a quitarle está oportunidad que le había regalado el destino, y vaya que no la desperdicio pues como ya hasta el se había dado cuenta sus sentimientos hacia su amiga no eran meramente platonicos es que vamos ni siquiera era atracción el de verdad se había enamorado perdidamente de su amiga e incluso trataba día a día demostrárselo y mientras bajaba por las escaleras para poder llegar a la sala común se pregunto sinceramente porque su amiga era tan tonta y no se daba cuenta ella que literalmente era un maldito prodigio.

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