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Kole, desde su esquina completamente adolorido pudo ver aunque sin mucha dificultad por las luces parpadeantes, como Belator extendía sus manos, las dejo extendidas por un segundo y luego justo antes de recibir un golpe aplaudió una sola vez. Después no recuerda más.

En el cuarto de hospital todo parece estar en silencio, por la ventana entra la luz del sol. En la camilla se encuentra Kole, aun con vendajes en la espalda y algunas zonas no vitales y su lado el coronel Brax en un banco alto, que observa mirando la ventana.

—Adelante —Pronuncia Kole, tras voltear a su compañero—. Ya estoy mejor, dime que paso.

—Paso que hiciste tú trabajo —Contesta Brax.

—Eso lo sé —Responde Kole, con ligero enojo—. Pero, ya quiero saber cuánto tiempo paso y si logramos neutralizar a Belator.

—Preferiría decírtelo cuando te den el alta, no falta mucho.

—Desperté hace no mucho, ya puedes decírmelo, insisto.

—Bueno, en ese caso —Se aclara la garganta—. Siendo breve, utilizo la técnica de la onda expansiva, pero el amuleto la potencio demasiado, genero mucho calor. Los trajes por fortuna son resistentes a las llamas, pero con los golpes de antes ya estabas muy débil, eso es lo que te trajo al hospital.

—¿Qué paso con el rey? —Pregunta Kole.

—Salió casi que ileso. La oficina lo protegió bastante bien, y el escritorio donde estaba oculto también.

—Menos mal.

—Como te imaginaras, Belator huyo —Continua Brax—, por desgracia la onda expansiva afecto a los prisioneros, algunos no sobrevivieron, se sofocaron con el calor hasta que llegaron los servicios de salud.

Kole aprieta los puños. Piensa que, si tan solo les enseñaran técnicas mortales, quizás eso no hubiera pasado.

—Mato a sus propios seguidores...

—Es correcto, posiblemente ya no le importaba sus vidas, tenía el amuleto y su padre estaba cerca. Entonces no considero le dio igual que estuvieran ahi al ejercer su ataque —Menciona Brax—. Esa es la teoría.

—Y Marín y Sayes. ¿Qué paso con ellos? —Pregunta Kole, con cierta preocupación.

—Ambos están vivos. Sayes fue encontrada cerca de la puerta de Secus, pero debió haber estado más cerca de Belator cuando se dio el estallido, porque salió más afectada, aun no se recupera. Marín está por ser dado de alta también, pero tardara un poco más que tú.

—Bien... pudo ser peor —Dice Kole más tranquilo. Extiende su mano por un vaso que se encontraba cerca y lo empieza a beber.

—Bueno, todo eso ocurrió hace más de 10 días ya —Continua Brax cuando Kole termina de beber—. Aun no se ha presentado, no tenemos idea de dónde están.

—¿Qué? —Kole pensaba que, en cuanto obtenga la técnica Belator empezaría algún plan para hacerse con el poder—. Pero, deben haber encontrado algún indicio de que ha estado practicando la técnica o algo, ¿no? ¿Sabes de qué hablo?

—Sí, el rey me puso al tanto para que me haga cargo de la búsqueda —Aclara el coronel—. Se lo de la técnica y créeme. Hemos buscado en todas partes, y nada, ya está la imagen de él y de su padre por todas partes, al igual que la de la chica.

—Entonces debe estar planeando su siguiente... un momento, ¿qué chica?

—La que se liberó también.

—No te entiendo —Kole trata de recordar lo que paso ese día.

—Ah sí, lo siento —Aclara Brax—. Cuando llegaron las unidades de emergencia a los calabozos, encontraron al rey fuera. Y al entrar, se dieron cuenta que había una sola celda abierta, dentro no había nadie, luego descubrimos quien estaba prisionera ahí.

—¿Quién? —Kole inconscientemente abre bien sus ojos.

—La que fue tu alumna, Sadia.

La Ruta Del CambioWhere stories live. Discover now