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Después del enfrentamiento con Kole, tras aparecer en un árbol del bosque, muy cercano a Hayanan, la ciudad aledaña a Cemoli. Sadia procedió a borrar el símbolo invisible del teleporte utilizando una piedra en toda el área donde se supone fue hecho el dibujo con magia a la misma hora que el de la torre de meditación. Después reviso el amuleto, no se lo había puesto, pues quería que Belator, su líder sea el primero en usarlo. Es un colgante un poco más grande que una moneda, que como su nombre indica, potencia las habilidades maginas evocadas por el portador.

Se lo guardo de nuevo y avanzo por el bosque hasta llegar a la mansión de Carlo Alveran. Quien alberga a "Los Restauradores", el banda a la cual Sadia ingreso. Y para quienes acaba de cumplir su primera misión. Toca la puerta de metal y en unos segundos alguien le abre. Otro de los restauradores, quien la recibe en el amplio patio y le pregunta si lo tiene. Ella contesta afirmativamente y él la felicita con un golpe en el brazo. Ella menciona que ahora ira a llevárselo a Belator. Él le informa que se encuentra en su estudio, por lo que Sadia camina hacia la residencia.

Entra a la elegante mansión. Pasando por la cocina huele lo que preparan otros miembros y en el segundo piso. En la ventana ve como otros de los restauradores están entrenando afuera. De camino al estudio se encuentra con Carlo, el dueño de la propiedad, un hombre mayor más alto que ella, por su vestimenta se nota su estatus económico. Se saludan y él le agradece por haber formado parte de la misión. Ella le sonríe y unos segundos después llega al estudio y toca la puerta.

—Adelante —Pronuncia una voz masculina dentro del cuarto.

—Hola, soy yo —Saluda Sadia al entrar. Cierra la puerta y se acerca al escritorio donde se encuentra el hombre—. Tengo el amuleto.

—Excelente —El hombre, de unos 30 años, en buena forma física y con algo de barba, deja el libro que sostenía en el escritorio y se acerca a ella felicitándola—. Nunca duda de ti.

—Gracias, aprecio eso —Contesta Sadia, y saca el amuleto. Lo extiende para que lo vea y deja que caiga en las manos de su carismático líder.

—Tal como la imagine—Contesta Belator, sujetando el amuleto y examinando los símbolos de la moneda. Allí se encuentran grabados los nombres de 3 reinos, incluyendo Cemoli—. Gracias a ti, ahora estamos un paso más cerca de nuestro plan. Seremos el clan más poderoso y tú aportaste a eso.

—Bueno, hago lo que puedo —Ella, admira a su líder con asombro—. Por cierto ¿a usted no le pasara nada, verdad?

—¿Disculpa?

—Cuando nos contó de los amuletos potenciadores —Aclara ella—, menciono que quien los use podría volverse más agresivo, impulsivo y todo eso.

—Ah bueno, eso dijeron cuando fue creado —Belator se guarda el amuleto—, que los dioses los crearon con esa limitación para que no se use seguidamente. Pero descuida, lo probare un poco y luego únicamente lo utilizare cuando llegue el momento. De igual forma, tengo la disciplina para poder contra la influencia de su magia.

—Lo supuse —Confirma Sadia—, si alguien puede contra eso debe ser usted.

—Es correcto —Menciona Belator—. Ahora, te puedes retirar a descansar, te lo mereces.

—De acuerdo, muchas gracias.

—Ah, y por cierto. Ya eres una miembro oficial de los restauradores, lo celebraremos en la cena.

Ella agradece una vez más y sale del estudio. Se fija que no haya nadie cerca, en el pasillo y agradece para si finalmente ser reconocida, lo que la alegra. Ahora siente que está haciendo algo grande, a diferencia de lo que hacía con los guardianes de Cemoli. Se dirige a su cuarto. Y tras un rato de descanso brinda la victoria en el comedor con sus demás compañeros. Donde alguien le pregunta si vio a Trener entre los guardianes a los que derribo. Ella contesta que no, y que debe seguir infiltrado para la siguiente fase.

Más avanzada la cena,Belator, que tiene el colgante puesto sobre su camisa, menciona que si alguienquiere ver una demostración del amuleto potenciador podría lanzarle un hechizopara que lo aprecie de primera mano. A Sadia esto le parece una broma un pocoextraña y se asombra ligeramente al ver como algunos hombres y mujeres levantanla mano emocionados por la propuesta. Cosa que hace que ella devuelva la miradaa Belator. Quien, en su rostro tiene una sonrisa que Sadia ha visto antes. Unasonrisa que demuestra que disfruta ver sufrir a alguien.

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