Pasado de la medianoche

Capítulo V

—¿Estás bien? —vuelve a preguntar

No respondo, me limito a verla a normalizar mi respiración y poder concentrarme.

—Daniela...

—No, no estoy bien —doy un paso hacía atrás— ¿Dónde se encuentra tu "perfecto" hermano? —digo alzando nuevamente la voz

—No lo sé... yo al igual que tu lo estaba buscando —responde con confusión en su rostro

—No te creo —doy media vuelta— estaba hablando contigo sobre nuestra cita...

—Si, si bambina, pero luego ha salido de mi habitación furioso, le di su espacio y he venido a buscarlo... —explica— ¿tu por qué lo buscas? —Stefania da unos pasos y buscando mi rostro queda nuevamente delante de mí

—Porque es un mentiroso, porque lo que te ha dicho son mentiras, el estuvo toda la noche...

—Hablando de si mismo —me corta— enalteciéndose, y quejándose de los animales y la naturaleza... ¿me equivoco? —niego con la cabeza, y en cuanto quiero preguntarle como es que sabe eso, ella continua— Daniela conozco a mi hermano, se la clase de persona que es, no eres a la primera princesa que pretende...

—¿Tú crees que soy así? —cuestiono

—¿Lo eres?

—No —niego frunciendo el ceño

—Entonces que importa lo que yo, o los demás piensen... —Da unos pasos hacía mí, Stefania sujeta mi mano nuevamente— no te conozco lo suficiente Daniela, pero te veo y siento que puedo confiar en ti, me lo demostraste la noche anterior cuando me viste por primera vez sin el velo... —suspira— Daniela tu no solo eres una princesa, eres ya toda una reina, con o sin esa corana...

Mi corazón, mi corazón palpita a mil por hora, aquellas palabras, aquel tono tan suave, tan ligero con el que dice aquello, por unos segundos siento que mi pulso se acelera. Nunca antes alguien me había dicho tantas cosas tan lindas, me siento como en un verdadero cuento de hadas.

—Gracias... —consigo responder

—Daniela, el deber de mi hermano como hombre y fututo rey es hacer ver que no eres mejor que el, ninguna reina debe ser mejor que el rey, eso no infundiría respeto hacía su persona...

—¿Cómo?

—Daniela, no sé que es lo que sepas sobre ser reina, pero esta es la realidad, pasaras humillaciones, te limitaran de cosas... por ser mujer, esto no es nada a comparación de lo que te espera...

—¿Cómo lo sabes? —pregunto

—¿El qué?

—Esto, ¿Cómo sabes todo esto?

—Yo...

La voz de Stefania se frena, unas pisadas fuera de la habitación de Giacomo se comienzan a escuchar. Stefania con desesperación y algún tipo de miedo que veo en su mirada me exige:

—¡Escóndete!

—¿Dónde? —pregunto con desesperación al escuchar aquellos pasos cada vez más cerca

—Ve al baño —Stefania me indica con la mano— y no salgas, no salgas hasta que yo entre por ti...

Sin agregar más entro a aquel cuarto, y me escondo detrás de una de las cortinas. Escucho como la puerta de la habitación de Giacomo se abre, aquel joven hace aparición con su voz gruesa, por la lejanía en la que me encuentro no logro descifrar que habla con su hermana, hasta que en intento de agudización de mi oído, escucho a Stefania decir.