Taipán (YM)

2. Ojos de miel y de mar

Yoongi disfrutaba nadar en una hora específica del día, en el espacio entre la despedida del sol y la bienvenida de la luna, oscilando las seis y media de la tarde. En los últimos dos meses, esa se había convertido en una de sus actividades favoritas. Relajado y con la mente en blanco, se sumergió para tocar con sus manos los azulejos, la sensación podía compararse a ser un astronauta en el espacio o una ave en el cielo. Nadó con calma estilo libre, envuelto en el manto de agua hasta terminar la ronda. Acomodó su cabellera hacia atrás y apoyó los brazos en la barra de la piscina.

Se detuvo a contemplar el vaivén del agua, entretanto recordaba cómo se estaba acoplando a los cambios significativos en su vida, como, por ejemplo, a tener siempre el celular en sonido, a tener una agenda sobre su escritorio y revisarla todos los días antes de dormir o a viajar de imprevisto dentro y fuera del país por trabajo. En su rostro se formó una sonrisa torcida.

La música a la distancia llamó esta vez su atención, la melodía de Corcovado, Quiet Night Of Quiet Stars se impregnó por toda la casa hasta llegar al patio, a lo lejos, pudo notar como Taehyung meneaba con parsimonia el cuerpo; al ritmo de las trompetas, Jungkook le seguía los pasos con cierto interés, recientemente se notaba atraído por el jazz, cerca de los menores, Hoseok jugaba con Zafiro, una de las mascotas de Yoongi.

Echó un último vistazo y volvió a sumergirse bajo el agua, esta vez buceando y dejando que su cuerpo le direccionara, a medio camino y con buena cantidad de oxígeno en sus pulmones, abrió los ojos, lo que fue borroso por unos segundos producto de la intromisión del líquido se transformó en la ilusión de una perla incolora que se mezclaba con el tono del agua, parpadeó ininteligible al rememorar la mirada rebelde del joven que meses atrás le había tirado el dinero a los pies. El cielo y mar en su iris derecho, y el otoño y la miel en su iris izquierdo.

¿Qué clase de recuerdo tan innecesario cruzó por su mente?

Quiet thoughts and quiet dreams
Quiet walks by quiet streams
and a window looking so to Corcovado
Oh, how lovely.

El eco de su nombre debajo del agua hizo que regresara a la superficie, Hoseok estaba en la esquina de la piscina con el celular en la mano.

—Era Namjoon, dijo que no contestabas sus llamadas así que llamó a mi número.

—¿Qué quería?—preguntó saliendo de la piscina, se acercó a la tumbona para tomar la toalla y se frotó el cabello—. Creo que puedo adivinar para qué llamaba, es sobre las avionetas, ¿correcto?

—Sí, mencionó que las avionetas están remodeladas y nombró algo con respecto a un evento.

Hoseok dejó que Yoongi terminara de secarse el cuerpo.

Su tranquilidad se desvaneció cuando a un lado de él, observó a Zafiro con un cojín en su trompa.

—¡Zafiro!—exclamó entre riendo y regañandola.

La cuadrúpeda meneó la cabeza de un lado a otro, agitando el cojín y prefirió buscar refugio dentro de la casa para evitar ser regañada de nuevo.

Yoongi asomó los ojos por en medio del espacio vacío de la toalla y sonrió para sí mismo al notar el bajo nivel de enfado de Hoseok. Él nunca lograba molestarse al cien por ciento.

—El culpable eres tú—recriminó Yoongi entrando a la casa y dejándolo atrás—, es tu favorita, pero también debes educarla más.

Hoseok se indignó.

—¿Sabes qué? Olvídalo, puedo comprar una fabrica de cojines si es necesario. Ella es educada, solo que a veces su lado animal incrementa.

—Sí, lo que tú digas.