Taipán (YM)

12. Cobarde con nombre de valiente

Moverse en ese escenario era entrar al juego y ser el personaje que muere al dar el primer paso, no necesitaba arriesgarse, se quedó quieto hasta que Taehyung llegó a recibirlo con un abrazo y una sonrisa de oreja a oreja.

Tres días pasaron en un pestañeo.

El día de su llegada, Taehyung lo llevó a su habitación. Que luego de unas horas, el closet estaba lleno de ropa, además, le había sugerido evitar desempacar sus maletas cuando estuvieran en su poder. Taehyung tenía en mente convencer a Yoongi y Jungkook de conceder que Jimin se mudara a la casa principal. Algo que le tomaría tiempo, mucho.

Jimin tuvo un pequeño tour por la casa, amplia, contaba con varias habitaciones, un salón del tamaño de un restaurante local, un comedor hogareño, una piscina fantástica y un patio de ensueños. En la tarde, Taehyung presentó oficialmente a Jungkook con Jimin. El hombre a diferencia de la primera vez que lo vio bajar del carro, serio y preocupado por Yoongi, lucía imponente y poco amigable. Estar intimidado le parecía gracioso, claro que debía estarlo, era una oveja con miles de lobos, su vida empezaba a sentirse así.

Jungkook despejó dudas con un interrogatorio poco amigable y si parecía intentarlo, no lo había logrado. Taehyung a su lado trataba de transmitirle aceptación hacia Jimin cada vez que había una respuesta.

La última pregunta dejó en la nebulosa a Jimin.

<<¿Por qué aceptaste la propuesta de Yoongi?>>.

Lo lógico parecía un chiste. Lo racional una mentira y lo coherente una bala perdida.

Jimin no tenía nada, lo poco que construyó en menos de un mes quedó en cenizas luego de un incendio. No era Taipán el que lo jodió, sino Serau. Conocía a Taehyung, no del todo, pero le había demostrado que contaba con él. Y sobre todo, quería vivir.
Jungkook se relajó al escucharlo hablar, decidido y sin miedo. Un cobarde con nombre de valiente y pronto un valiente sin una pizca de cobarde.

<<Tienes que soltar tu pasado para entrar a Taipán>>.

No, jamás obviaría el pasado, al contrario, se aferraría a él con esmero, entraría a un salón repleto de burbujas con sus recuerdos del pasado, pero reventaría con su dedo índice los pocos momentos de desgracia e infortunio.

<<Eres un enemigo al igual que Serau. Nos odias por la muerte de tu padre, no pidas que confíe en ti>>.

Enemigos.

Enemigos que se tenían cerca.

Jimin no pedía confianza.

Eran hombres con el triple de sentido común. No se fiaban de nadie.

<<Jimin no es una amenaza>>. Taehyung siempre refutó a Jungkook.

La charla llegó a su fin cuando Yoongi interrumpió con intenciones de llevarse a Jungkook para una reunión.

El segundo día, Hoseok lo sorprendió sirviéndose un vaso con agua, el asombro en sus ojos pudo ser enmarcado en un cuadro para presentarlo en una galería. Le dio la bienvenida y le deseó suerte con el entrenamiento. Hoseok confesó conocer sobre la vida de Jimin por Taehyung.

Y, a diferencia de Jungkook, Hoseok le pareció una persona más amigable.

Esa misma tarde uno de los escoltas de Jungkook le entregó un libro con la indicación de leerlo completo, desde la dedicatoria. Era teoría, un universo de palabras sobre las partes de armas de todo tipo, párrafos de cómo usarlas a la perfección y comillas de prevención.

En la madrugada, antes de terminar el libro, recibió una llamada de Barbie y tres mil quejas de cómo había sido abandonada por su amigo.

Lo magnífico del tercer día, fue no haberse topado con Yoongi en la casa y lo pésimo de su tercer día, fue comenzar con sus prácticas.