Capítulo 3

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La oscuridad de la noche invade la región de Urbs, los faroles de las calles de los pueblos, a penas logran combatir contra la densa oscuridad que acostumbra a residir en esta región de Aurea Vallis. El ruidoso mar logra hacerse oír en todo Urbs, calmando con su sonido melodioso corazones desesperados, la fauna y la flora que habita allí.

El palacio de Urbs se alza como una fortaleza de piedra maciza en el corazón de la ciudad. Sus muros son altos y espantosos, con una sensación de solidez inquebrantable. Los torreones se alzan hacia el cielo con un aspecto formidable, y las almenas a lo largo de las murallas le dan un aire de castillo. Aunque la estructura principal del palacio es gótica, está adornada con detalles arquitectónicos que parecen sacados de pesadillas. Las gárgolas grotescas acechan desde las cornisas y las ventanas, y las vidrieras están diseñadas con colores oscuros y patrones intrincados que parecen contar historias sombrías. Los interiores del palacio son grandiosos pero llenos de sombras. Las lámparas de araña cuelgan de techos altos, arrojando una luz pálida sobre las paredes revestidas de paneles de madera oscura. Los tapices representan escenas de batallas y eventos siniestros de la historia de Urbs. Bajo el palacio, se extienden una serie de criptas y pasadizos ocultos, algunos de los cuales están cerrados al público. Estos lugares subterráneos añaden un elemento de misterio y una sensación de que el palacio guarda oscuros secretos. A pesar de su aspecto escalofriante, el palacio de Urbs alberga jardines interiores que son un misterio por descubrir. Caminar entre los senderos empedrados bajo enredaderas retorcidas y árboles centenarios da una sensación de enigma y oscuridad, como si los secretos estuvieran escondidos en cada rincón.

Entre los oscuros murales, frente a un enorme espejo, se encontraba el príncipe Koen Alaric Loset del reino oscuro, de veintitrés años de edad, quien observaba con atención las facciones de su rostro y sonreía con vanidad.

Koen Loset es un príncipe que irradia una belleza magnética y un encanto misterioso que atrae a todos los que lo rodean. Su cabello negro azabache, tan oscuro como la noche, cae en ondas perfectamente peinadas que enmarcan su rostro. Sus ojos, de un azul profundo y penetrante, resaltan de manera impresionante en contraste con su cabello oscuro. Estos ojos parecen contener secretos profundos y oscuros que intrigan a quienes tienen el privilegio de mirarlos.

Su rostro está esculpido con rasgos masculinos y una mandíbula cuadrada que le otorga una apariencia fuerte y decidida. La mandíbula está bien marcada, enfatizando su determinación y confianza en sí mismo. Su nariz es respingada y refinada, añadiendo un toque de elegancia a su apariencia.

La sonrisa de Koen es cautivadora, con dientes blancos y perfectamente alineados que resplandecen cuando son revelados. Su sonrisa tiene un aire enigmático que puede encantar o intrigar a cualquiera que tenga el privilegio de verla.

Viste con elegancia y estilo, con ropas que realzan su figura atlética y bien proporcionada. Su presencia en cualquier habitación no pasa desapercibida; su carisma y magnetismo personal lo convierten en el centro de atención donde quiera que vaya.

La combinación de su aspecto oscuro y misterioso, con su innegable atractivo físico, hace que el príncipe Koen Loset sea un joven inolvidable y enigmático que deja una impresión duradera en las personas que lo conocen.

Luego de una rápida mirada de aprobación ante su belleza física, el príncipe salió del palacio y ahora camina con tranquilidad por la costa, enterrando sus zapatos en la arena, en cada paso que da. La luz de la hermosa luna llena ilumina su rostro, y la suave brisa acaricia su piel.

—Hey... —exclamó en medio de una sonrisa y se acercó a la orilla del mar, aproximó su mano hacia una pequeña criatura marina.

La tortuga luminis, estas tortugas marinas varían en tamaño, las más grandes tienden a medir dos metros de longitud, pero son las más difíciles de encontrar, esta es de uno de los tamaños más pequeños, cabe en la palma de su mano. Las tortugas luminis tienen un caparazón translúcido que irradia una luz suave y constante. Se cree que su bioluminiscencia proviene de una dieta rica en plancton luminoso. Las tortugas Luminis son criaturas pacíficas y a menudo son consideradas como guardianes de la costa de Urbs.

DESCENDIENTES DE ORO ©Where stories live. Discover now