Capítulo treinta y dos.

3.2K 197 13
                                    

Narra Marley:

—No entiendo, ¿por qué estuvo en coma?

—No lo sé, Vargas, se subió en un taxi y se fue como en todas esas películas que te gustan ver.

—A mí no me gustan esas películas. —Dije indignada y el me miró mal —Bueno, solo algunas pero no viniste aquí a criticarme por eso.

Eran las 11:00 de la noche cuando Alonso entró a mi casa para contarme acerca de la chica que conoció en el parque hace algunos días. Por lo que él cuenta es una maravilla de chica pero es complicada, según él.

—Es que, no creí que no supiera de mi existencia, pensé que era una broma cuando decía que era la reencarnación del señor de los cielos.

—¿Y por qué no intentas localizarla?

—No, Jos tuvo esa idea contigo y no quiero que esa historia me pase a mí. —lo miré un poco ofendida y rió —no te ofendas, Marley, a lo que me refiero es a que quiero tener una historia original.

—No me ofendo porque esa tal Fernanda no es tu fan y por ende no es lo mismo.

Alonso aceptó lo que había argumentado y por otros 45 minutos se estuvo maldiciendo a si mismo mientras yo trataba de consolarlo aunque creo que no ayudé en mucho pues seguía diciendo que era una basura como persona y que le destrozaba los sueños a las personas recién salidas del coma.

Pasada de media noche, mi padre le gritó a Alonso de que me dejara dormir o que se quedaría toda la noche aquí para que él intentara despertarme al día siguiente y Alonso, como cualquier persona normal prefiere dejar sus problemas a un lado por dormir más así que se fue de mi casa.

(...)

—Hey, Marley, adivina que. 1Llegaron Monse y Elena juntas. —una chica nueva acaba de llegar al colegio y creo que estará en nuestro salón.

—¿En serio? ¿cómo se llama?

Las dos no tenían ni idea, de lo poco que me pudieron contar acerca de ella es que se vestía como skate y que era bonita, incluso, varios chicos ya le habían puesto el ojo encima.

Una vez que entramos todos al salón y tomamos aciento en nuestros respectivos lugares, entró la profesora de filosofía. Una vez que pasó lista nos puso a leer el libro y luego hacer un resumen que para ella debe quedar como si platón lo hubiese escrito.

El director entró al salón junto con una chica nueva después de 30 minutos de clase, me imagino que ella a de ser la nueva de la que me platicaron mis amigas hace un rato.

—Muchachos, ella es Fernanda Romero, se está integrando nuevamente a muchas cosas de la vida, ¿qué tal si les cuentas algo sobre ti? —Incitó el director.

—Ya saben mi nombre, me gusta patinar y odio las matemáticas. —Finalizó mientras pasaba un mechón de su cabello detrás de su oreja dejando ver una variedad de pulseras pero me llamó la atención una en especial.

La miré detenidamente hasta recordar en donde la había visto, la vi en la muñeca de Alonso en repetidas ocasiones hasta que un día no la vi más, y es ahí donde recordé algo de lo que me dijo ayer.

*Flashback*

—Le regalé una de mis pulseras favoritas hace un par de días en agradecimiento por escucharme.

*Fin flashback*

¡No puede ser! Ella es Fernanda, tengo que hablar con ella para que perdone a Alonso y se vuelvan a ver, siento que es algo que tengo que hacer, también debo decirle a Alonso que la encontré, pero eso será después de que hable con ella.

Enamorado de una fan. ||Jos Canela||Where stories live. Discover now