LOS DIAS PASAN

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Sigue por favor, sigue, empezó a implorar para que las caricias fueran mas fuertes, su excitación ya era bastante fuerte  que en el momento que sintió esa penetración que tanto deseaba, soltó un fuerte gemido al mismo tiempo que abría los ojos y si lo vio era el, era Belial.
De un brinco y sobre saltada se desperto de una manera sorprendente, tanto que desperto a su esposo con curiosidad le pregunto.
-¿que es lo que te pasa?, ¿todo esta bien?, se empezó a preocupar cuando se dio cuenta que estaba sudando y que su respiración estaba demasiado agitada.
-nada tranquilo solo un mal sueño, pero ya paso ¡solo fue un sueño!
Claro no le podía decir a Alex que tuvo un exquisito sueño húmedo con su hermano y que le hubiera encantado que fuera cierto, aun que seguía la duda el porque de ese sueño; con la duda en la cabeza regreso a dormir.

El domingo un día familiar para la mayoría de las personas, en esta familia no cambiaba mucho, estaban en la sala comiendo y compartiendo un momento juntos platicando sobre su semana y como les había ido en la casa, en el trabajo y a su hija en la escuela una adolescente maravillosa, inteligente, estudiosa, morena, de cabello largo y negro unos grandes ojos y labios delgados; la niña perfecta pensarían algunos, entre risas e historias por un momento a Elizabeth se le olvido su sueño y al parecer a todos se les olvido que Belial llegaría ese día.
En punto de las tres de la tarde sonó el timbre sacándoles un buen susto, Dalia su hija corrió a ver quien era, se asomo por la puerta, se preocupo un poco al ver aquella persona afuera venia totalmente vestido de negro con una maleta del mismo color por el cabello largo y negro no podía ver bien si era un hombre o una mujer ya que miraba el suelo.

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