Capítulo X

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Los Verstappen convocaron una rueda de prensa para el día siguiente en la sala de juntas de HV Enterprises. No tenía sentido esperar más y Sergio lo sabia, especialmente ahora que los otros medios de comunicación se habían hecho eco en la noticia.

Pero desde de lo que había ocurrido entre Max y él veinticuatro horas antes estaba hecho un manojo de nervios ¿Cómo iba a enfrentarse a la multitud de periodistas para explicar que su relación con Max Verstappen era estrictamente platónica?

Después de darle muchas vueltas, se había puesto el traje que había comprado para conocer a los padres de Max el fin de seman anterior. Aunque había depositado el cheque de dos millones de euros en el banco, apenas había tenido tiempo de para ir de compras y se pregunto si alguien se daría cuenta de que era el mismo traje que llevaba en la fotografía del periódico.

En cuanto a Emmily, en realidad daba igual lo que le pusiera por que pretendia llevarla envuelta en una manta para que nadie le hiciera fotografías.
Max envio un coche a buscarlo. La rueda de prensa tendría lugar a las diez y, aunque él llegó poco despues de las nueve, enseguida lo llevaron a la sala de juntas, en donde había conocido al autentico Max Verstappen. Él estaba al final de la larga mesa, de pie, y en lugar de tener delante una carpeta lo que tenia delante eran un montón de micrófonos. Por lo demás lucia tan guapo e imponente como aquel día.

La única diferencia era que en lugar de arrugar el ceño al verlo, en esta ocasión sus ojos se iluminaron. Christian y Torger también estaban allí y Christian le dio un abrazo, acariciando la carita de Emmily, que se había quedado dormida en el cochecito.

–Malditos buitres–Murmuró Toto–Con todas las cosas buenas que ha hecho HV por esta ciudad, deberian de mostrar un poco mas de respeto por estas cuestiones.
Max entonces se acerco con una taza de té, como si fuera una ofrenda de paz. No lo abrazo, pero si apretó su brazo mientras preguntaba:

–¿Estas nervioso?
–Sí–Contestó Sergio. Pero más por el hombre que tenia enfrente que por los reporteros que esperaban fuera–Supongo que estas cosas se te dan mejor a ti que a mí, es mi primera rueda de prensa.
–Yo he hecho varias, pero tambien estoy un poco nervioso. Prefiero hablar de trabajo antes que de mi vida privada ¿Has leído las notas que te envie?

Sergio asintió con la cabeza. Le había enviado por correo electrónico las preguntas que podrian hacerle los periodistas para que estuviera preparado. Básicamente, lo único que tenía que hacer era constestar con sinceridad, pero de manera breve.

–Recuerda no les ofrescas nada que no te hayan pedido y si no quieres contestar a alguna pregunta no lo hagas. No tienen por qué conocer los detalles.
Sergio esperaba no tener que llegar a eso porque no contestar a las preguntas no serviría para nada. Lo que querían era quitarse de encima a los reporteros, de otro modo seguirian especulando.

En ese momento sonó un golpecito en la puerta y, un segundo después, una joven asomó la cabeza en la sala de juntas.
–Están esperando, señor Verstappen ¿Quiere que les diga que pasen?
–Danos cinco minutos más–Respondio Max.
–¿Quién es?–Preguntó Sergio.
–Mi nueva secretaria.
–¿Qué ha pasado con Kelly?
–Juiciosamente, Kelly ha decidido dejar su puesto.

Se quedaron al fondo de la sala, Sergio sujetando a Emmily, flanqueado por Christian y Toto, con Max delante de los micrófonos mientras entraban los periodistas. Cuando todos hubieron ocupado sus sitios y se hizo el silencio, Max se aclaro la garganta.

–Gracias a todos por venir–Empezo a decir–Como saben, recientemente se ha publicado un artículo sobre mi familia en el periodico, un artículo lleno de mentiras e insinuasiones. Y, por supuesto mi abogado va a presentar una demanda en mi nombre. Mientras tanto, les hemos pedido que vinieran hoy para aclarar la situación. Lo primero, la niña en cuestion es una Verstappen. Su nombre es Emmily Charlotte Pérez y es hija de mi difunto hermano.

Bebé por sorpresaWhere stories live. Discover now