Lisa era sensible, con una personalidad encantadora, pero envuelta en comparaciones y señalamientos constantes.
Jennie era algo complicada, una chica lastimada en un mundo sobreprotector.
Y Lisa se enamoró de Jennie.
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Cuando los sentimientos de Lisa por Jennie surgieron, creyó que estaba enloqueciendo, porque apenas miro sus ojos, supo que algo en esa mirada le atraía y quería averiguar todo de ella, quería saber porque sentía ese cosquilleo en su corazón cada vez que la veía, la sensación la abrumaba, no lo entendía y quería averiguar qué sucedía.
Pero, Lalisa tenía una hermana gemela.
Prampriya era su gemela, una persona totalmente diferente y tan igual a ella, iguales en rasgos que la gente pensarían que eran la misma persona, lo que las delataba era el color de cabello, sus formas de vestir y sobre todo sus actitudes, su hermana era un desagrado de persona a un punto exagerado, sus acciones eran indefendibles y totalmente negativas, tan negativas que hicieron mucho daño.
Jennie Kim había tenido la mala fortuna de encontrarse con Pranpriya, la cuál fue causante de múltiples humillaciones y malos tratos hacia su persona, generando una asustadiza y miedosa Jennie, ella no quería saber nada de una Manoban jamás, pero cuando sus ojos se posaron en los de Lisa algo en ella la atrapó, el brillo de estos hizo que su corazón latiera y tampoco lo entendía y aunque lo negara también quería saber por qué se sentía atraída por esa chica. No sabía si alejarse o descubrir si esos ojos marrones eran buenos.
Y Lisa no quería seguir siendo catalogada como lo era su hermana, ella sabía que no eran iguales y quería que Jennie lo viera, que la mirara distinto, Lisa la quería proteger de todos, incluso de ella misma.
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