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Narrado por Madison📍
── Te pregunto porque yo creo que le gustas... ── Murmuró
Esa oración se repitió en mi cabeza varias veces.
Realmente no podía creer lo que me estaba diciendo.
No podía creerlo porque quien sabe si es una de sus mentiras o chistesitos estúpidos.
── ¿Estás bromeando verdad? ── Una risa nerviosa brotó de mi garganta ── ¡Si, estas bromeando! ── Afirmé ── ¿Cómo puedes jugar con eso?
── Mads, si fuera una broma creeme que no tendría esta expresión en la cara ── Me dijo.
Bueno, lo que decía era cierto.
La expresión que decoraba su rostro era seria casi neutral, sus labios estaban ligeramente apretados y sus ojos me miraban fijamente sin una pizca de brillo en ellos (y eso que sus ojos son bastante brillantes, como dos lindos luceros, pero eso no es lo importante) claramente iba enserio.
Extrañamente no era una broma y eso me asustaba un poco.
Porque viniendo de Aldo quien es una persona muy bromitas, los momentos asi un tanto serios eran raros.
── ¿Porqué dices que yo le gusto? ── Pregunté con curiosidad, no iba a quedarme con la duda.
Aldo vaciló un poco y chasqueo la lengua antes de responder a mi pregunta ── Bueno, él me ha dicho un par de cosas sobre ti que me hacen pensar que le gustas.
Uy que fuerte el asunto.
── ¿Puedo saberlas?
Curiosa ante todo.
── Pues ── Rascó su nuca de forma nerviosa ── Él dice que eres linda, que te verías muy bien con él, cuando yo le dije que ya no quería estar aquí, él ser ofreció a cuidarte ── Una mueca de sorpresa se formó en mi rostro cuando Aldo dijo tal cosa, desgraciado, ni que fuera tan feo el convivir conmigo ── Entre otras cosas que me dan pereza recordar.
── No mames Aldo ── Me quejé ── Si me vas contar el chisme, cuentalo completo, me dejas a medias ── Una ligera risa salió de sus labios, segunda vez que lo hago reír, creo.
── Es que no recuerdo lo demás ── Se defendió ── ¿Cómo quieres que le haga mi reina? ── Cuestionó.
Okey, otra vez el condenado "mi reina", ya se le estaba haciendo costumbre y estúpidamente me estaba agradando que me dijera asi.
Pero no lo iba a admitir frente a él, asi que lo ignorare, como todas las veces anteriores.
── En fin, volviendo al tema ── Acomodé mi cabello hacia atrás ── Por esas razones crees que Osvaldo está enamorado de mi ── Aldo asintió rápidamente ── Bueno, no le veo lo malo a esto siendo honesta ── Confesé ── Enamorarse de alguien no es crimen...
