Capítulo 12

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Gavrel

«¿Que demonios?»

La primera pregunta que viene a mi cabeza es esa, porque no estoy entendiendo nada...

Mi auto está destrozado totalmente. Tiene los parabrisas rotos, las ventanas destruidas, la pintura maltratada, rayada y cualquier arreglo que intente hacerle sé que no va a quedar igual, por lo que no puedo entender como demonios fue que pasó tal cosa. Lo dejé parqueado cuando entré al restaurante y ahora, a mi salida lo encuentro totalmente destruido.

Permanezco imperturbable. Pero dentro de mi cabeza hay una controversia gigante entre sí averiguo quién fue y matarlo a golpes o quedarme sin saber qué ocurrió y quién fue, porque conozco mis límites, y esto es cruzarlos demasiado. Me froto la cara con frustración, estoy enojado y quiero agarrar al culpable a golpes y hacerlo suplicarme, sin embargo sé que no puedo.

Al menos debo contenerme.

Que vil engaño.

No puedo, estoy con cada fibra de mi cuerpo saliéndose de su órbita.

La grúa llega para llevárselo, mientras me encamino hacia adentro de nuevo.

__ ¿A donde vas? - me alcanza Lisa.

Me suelto de su agarre.

__ Espérame. No puedo caminar rápido con estos...

La dejo atrás. La rabia me tiene atrapado, contra las cuerdas y no sé qué me da más ira, si quedarme sin información o...

__ Tiene que ser una maldita broma. - farfullo, viendo los vídeos de seguridad que Marcus consiguió. Lo veo y aún me cuesta creer que se haya atrevido.

¡Loca de...

Mi palma se estrella contra la mesa, deseando que sea su trasero el que golpee un millar de veces para saber si lo que le hicieron falta fueron nalgadas...

¡Maldita loca!

Me las va a pagar. Juro que sí.

Borro todo y cierro el computador para salir de nuevo. necesito aire, lo que sea con tal de no estar encerrado, con gente imbécil y retrasada haciéndome preguntas...

__ Un jodido taxi. - digo con los dientes apretados. - ¡Te voy a romper el culo, salvaje!

Abordo el vehículo del sujeto que derrama energía positiva por los poros, en tanto odio en los aprietos que estoy, solo le doy la dirección a donde llevarme, tendré que conseguir otro auto, no tendría que andar en esas cosas si a cierta desquiciada no se le hubieran cruzado los cables.

Pero ¿en qué diablos estaba pensando?

En realidad dudo que piense. Es inmadura, una demente y una...

No sé porqué me río, pero dudo que sea por hacerme gracia lo que hizo. Lo único que tengo en la mente es que va a saber que conmigo no tiene porqué andarse con esa clase de jueguitos.

Y todavía la muy descarada me lanzo a la cara el haber follado con...

Sí es a quien desfiguré en Milán, espero que no se haya hecho ninguna operación, la va a necesitar ahora más que nunca.

Me detengo frente a mi apartamento, maldiciendo por lo bajo, no quiero darle el gusto de verme descontrolado.

__ Dime que ya viste las noticias. - dice Arantza cuando contesto la llamada insistente.

__ No estoy para juegos ahora. - intento colgar, pero su voz me detiene. - Sé breve y concisa.

__ Estás en las noticias de farándula. - me dice y pellizco el puente de mi nariz. - No en específico, pero si los rumores te llevan a inmis...

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