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Más tarde, después de disfrutar de unos días llenos de diversión y reencuentro, Shoko se vio obligada a regresar a Tokio debido a sus responsabilidades laborales y académicas, aunque deseaba quedarse más tiempo con sus amigos, entendía la importancia de cumplir con sus compromisos y obligaciones.

Antes de su partida, Shoko se encontró con ellos en un acogedor café cercano a sus respectivos apartamentos. Los tres amigos compartieron un último café juntos en ese lugar tan querido.

— Los extrañaré mucho, chicos, pero tengo que regresar a Tokio y ponerme al día con mis estudios y trabajo — dijo con una sonrisa triste mientras removía su café. — Solo vine aquí para pasar un buen rato…

— Lo entendemos perfectamente, Shoko. Cuídate mucho y asegúrate de tener éxito en todo lo que hagas — respondió Suguru con una sonrisa llena de cariño.

— Esperamos verte de nuevo pronto y planear otro encuentro. — añadió Satoru con una mirada de anticipación.

Shoko, con una chispa traviesa en los ojos, pensó en bromear un poco con sus amigos antes de partir.

— Y yo espero que ustedes dos se conozcan aún mejor — dijo con una sonrisa pícara, enfatizando sus últimas palabras.

— Eh, sí..—  el albino se ruborizó ligeramente. — Sería agradable, ¿no crees?

Suguru, sonrió de manera tímida.

— Sería demasiado agradable y bueno, porque ustedes hacen una ...

Satoru, con un gesto de complicidad, colocó su mano sobre su propia mandíbula y movió sus cejas hacia arriba, indicándole a Shoko que detuviera sus comentarios indiscretos.

— Shoko... — hablo en un tono ligeramente apenado.

«Aún no es el momento», suspiro. 

— ¿Qué ibas a decir? — Suguru, sin perder la sonrisa, dio un sorbo a su bebida, esperando la respuesta de Shoko.

— No hace falta continuar, además, no era importante — respondió mientras se levantaba de su silla — Ya es hora de que me vaya, pero siempre estaré en contacto con ambos.

— Y nosotros estaremos esperando tus noticias — concluyó Satoru con una sonrisa amigable.

Después de despedirse afectuosamente de Shoko, Suguru y Satoru regresaron a sus respectivos apartamentos.

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Días más tarde, Suguru sintió la necesidad de buscar a Satoru. Desde la partida de Shoko, habían estado viéndose con regularidad. Sin embargo, Suguru aún estaba indeciso sobre su futuro: no sabía si debía quedarse o marcharse, pero lo que tenía claro es que cualquier decisión que tomara lo iba a lastimar profundamente.

— ¡Satoru! — Sonrió al verlo salir de su apartamento, levantó la mano para saludarlo. Aunque estaba contento de verlo, también tenía sus dudas.

«No debería estar haciendo esto…»,  pensó para sí mismo.

— Hola, Suguru... — sonrió, entrecerrando los ojos. — ¿Cómo estás?

— Bien, aunque todavía me entristece que Shoko se tuviera que ir. — suspiró.

— Sí, todavía me afecta también... — respondió con nostalgia.

— Pero bueno ¿Qué harás hoy?

— No lo sé... — suspiró. — Vine hasta aquí, pero no tengo planes. — Extendió las manos e infló sus mejillas, demostrando su incertidumbre.

Reunion Of Hearts || SatoSuguWhere stories live. Discover now