Reunion Of Hearts || SatoSugu

13

Suguru pasó las siguientes semanas tratando de reorganizar su vida, aprender de sus errores y demostrar con acciones que había cambiado. Sin embargo, cada intento de redención era obstaculizado por la sombra de su pasado. Cada vez que veía a Satoru en su mente, recordaba el dolor en sus ojos y las palabras que nunca podría borrar.

Durante una tarde lluviosa, mientras intentaba concentrarse en su trabajo, Suguru recibió un mensaje de texto de Shoko.

—¿Cómo estás llevando todo?

Suguru suspiró y respondió.

—Intentando hacer las paces conmigo mismo. No es fácil.

—Sabes, Satoru también está pasándola mal.

—No sé si alguna vez pueda reparar lo que rompí. ¿Crees que estaría dispuesto a escucharme de nuevo?

—Eso depende de ti. Mira, no puedo prometer que te perdonará, pero si realmente has cambiado, deberías intentarlo.

—Gracias.

Inspirado por las palabras de Shoko, Suguru decidió dar el siguiente paso. Se armó de valor y decidió visitar a Satoru de nuevo. Mientras caminaba hacia su casa, una tormenta se desataba en el cielo.

Suguru caminó por las mojadas calles, la lluvia intensificando la melancolía en el aire. Cada gota que golpeaba el pavimento resonaba como un eco de sus propios remordimientos. Al llegar a la puerta de Satoru, el sonido de sus pasos se mezclaba con el susurro incesante de la lluvia

Finalmente, con el corazón latiendo con fuerza, tocó suavemente. La puerta se abrió, revelando a Satoru con una mezcla de sorpresa y desconfianza en su rostro.

—Hola, Satoru...

—¿Qué estás haciendo aquí? Ya te dije que no te quería ver —sus ojos estaban cristalizados.

Por su parte Suguru sentía dolor y pensaba que lo merecía.

—Necesito hablar contigo, quiero que sepas que estoy tratando de cambiar.

—¿Cambiar? Después de todo lo que hiciste, ¿ahora te das cuenta de que necesitas cambiar?

—Lo sé, lo sé. No quiero huir más.

Satoru, aunque lo amaba profundamente, no podía perdonarlo. Cada palabra de Suguru resonaba en su mente, mezclándose con el sonido de la lluvia golpeando contra las ventanas. Se mantenía firme en su decisión de no dejar que Suguru entrara en su vida de nuevo, pero una parte de él luchaba contra la idea de perder el amor que aún sentía.

—No importa cuánto digas que has cambiado, Suguru. Las heridas que causaste son demasiado profundas.

—Lo sé, y entiendo que no merezco tu perdón, pero...

—No quiero escuchar tus disculpas. ¿Crees que diciendo "lo siento" puedes borrar todo el dolor que causaste?

Suguru bajó la mirada, sintiendo la verdad en las palabras de Satoru.

—No, no creo que pueda. —suspiró cansado— Pero quiero intentar, quiero demostrarte que puedo ser diferente.

—Ya es demasiado tarde para eso. —a pesar de la firmeza en sus palabras, Satoru no pudo evitar sentir una punzada de dolor— No entiendes lo que significó para mí tu partida. La soledad, la confusión...

—Satoru, lo siento. Nunca quise lastimarte de esa manera.

— Pero lo hiciste. Y ahora, por más que quiera olvidar, el dolor está aquí.