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Las noches eran las peores para Satoru. Se revolvía en la cama, incapaz de conciliar el sueño, mientras su mente divagaba entre la añoranza y el enojo. Recordaba los momentos felices que habían compartido juntos, pero también la sensación de abandono que había experimentado cuando Suguru se había ido sin una palabra.

....

El tiempo pasó, y Satoru comenzó a darse cuenta de que su odio hacia Suguru era en realidad una máscara que ocultaba su dolor.

Cada vez que escuchaba el sonido de su teléfono, esperaba que fuera un mensaje o una llamada de él explicando su ausencia, disculpándose o, al menos, diciendo algo. Pero el teléfono permanecía en silencio, lo que solo alimentaba su resentimiento.

— ¿Por qué no puedes simplemente comunicarte conmigo? — miraba su teléfono con impaciencia, como si estuviera dispuesto a recibir una respuesta que nunca llegaba.

«¿Por qué te fuiste sin decir nada? ¿Qué hice para merecer todo esto?¿Acaso no te importa lo mal que la estoy pasando?»

Sabía que debía seguir adelante, pero era más fácil decirlo que hacerlo. El dolor de sentirse abandonado por alguien a quien había comenzado a amar era abrumador, y no tenía idea de cómo superarlo, tenía el corazón roto, pero a pesar de todo, seguía amando a Suguru, y la idea de perderlo para siempre era una herida que le dolía profundamente.

«¿Cómo puedo olvidarlo? ¿Cómo puedo dejar de sentir este vacío en mi corazón ¿Cómo puedo seguir adelante cuando ni siquiera entiendo por qué se fue?»

Los días se convirtieron en semanas, y Satoru seguía sin recibir ninguna señal de Suguru. El resentimiento y la frustración seguían creciendo dentro de él, y aunque anhelaba verlo nuevamente, también había construido una barrera de protección a su alrededor. 

— Si alguna vez lo veo, le diré exactamente lo que pienso de él. No puedo permitir que me lastime de nuevo.

«Esta vez sufrirás tú, Suguru Geto»

...

Satoru decidió regresar a Tokyo después de pasar un tiempo en la playa esperando en vano a que Suguru regresará. 

Con una sensación de resignación, empacó sus cosas, sus ojos se empañaron con un velo de tristeza, camino hacia la salida no sin antes mirar atrás, fijó su mirada al frente, tomó la perilla y cerró la puerta con un suspiro, luego caminó por un rato admirando la extensión de la playa una última vez antes de emprender el viaje de regreso.

Había llegado a un punto en el que necesitaba volver a su vida cotidiana, retomar sus responsabilidades y dejar atrás la tristeza y la confusión que lo habían atormentado, Aunque intentaba mantenerse ocupado y distraído, su mente seguía regresando a esos días en el caribe y a la desaparición inexplicada de Suguru.

A pesar de su determinación de dejar atrás sus sentimientos, el amor que sentía por él seguía ardiendo en su corazón. No podía evitar pensar en lo que podría haber sido si las cosas hubieran sido diferentes, si Suguru no hubiera desaparecido de su vida de esa manera.

El regreso a Tokyo también trajo consigo la posibilidad de encontrarse con Suguru nuevamente, pero esta vez, no sabía si quería esa reunión, temía que al enfrentarlo sólo avivará su dolor y confusión.

...

Satoru se encontraba en la espaciosa sala de su casa, inundada por la luz suave que se filtraba a través de la ventana, los tonos cálidos y tenues pintaban las paredes con sombras danzantes, creando una atmósfera serena que contrastaba con la tormenta emocional que rugía en su interior.

Reunion Of Hearts || SatoSuguWhere stories live. Discover now