capitulo 4

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Miles comenzó a despertar, pero sentía algo de molestia y dolor en la zona de la espalda y la cara, por lo que se levanto y se dirigió al baño con tranquilidad, pero al verse en el espejo casi cae al suelo del susto.

Tenia seis ojos extras, los cuales estaban casi completamente formados. Sus colmillos estaban creciendo y se notaban demasiado filosos para ser seguros. Parecía estar volviéndose una araña de verdad.

Miles comenzó a tener un ataque de pánico, pero fue interrumpido por un dolor punzante en su espalda, por lo que se quito la camiseta rápidamente, dándose la vuelta, para darle la espalda al espejo, y mirar por encima de su hombro, comenzando a llorar al ver su propia espalda.

Cuatro cosas parecidas a las patas de una araña estaban creciendo en su espalda, y de pronto comenzó a sentir sus mejillas húmedas, por la cantidad de lagrimas corriendo por estas.

Por impulso lanzo un puñetazo al espejo, quebrandolo, y lastimandose en el proceso. Llorando y sollozando aun más por el miedo. Le comenzó a faltar el aire, apoyandose en la tina, se hizo bolita en el suelo, pegando sus piernas a su pecho, haciendo el intento de calmarse.

—¿Chico? Se escuchan sollozos ¿Estas bien? —pregunto Aaron tocando la puerta.

El menor no respondió, pero la puerta se abrió, y el mayor entro de apoco y apenas pudo divisar al menor se congelo en su sitio, pero un sollozo lo trajo a la realidad.

De apoco se fue acercando al menor a pasos lentos para no asustarlo, y cuando estaba lo suficientemente cerca se arrodillo al frente del menor, agarrando lo por los hombros para traerlo a un abrazo cálido y reconfortante, ya que recordaba que el menor le había dicho que su tío había muerto, y el era de otro mundo, por lo que no tenia a nadie para apoyarlo en ese momento.

—¿Duele demasiado?.. —Es lo único que salio de su boca, ya que notaba que las lagrimas de el menor eran de miedo y de dolor.

—No... —respondió despacio, pero con la voz entre cortada.

—Vamos.. —dijo comenzando a levantar al menor, dirigiéndose a la sala para poder ver mejor su estado.

El menor no respondió, ya que estaba demasiado asustado y adolorido como para decir algo más, dejándose guiar por el hombre mayor a la sala, para que pudiera sentarse en el sofá y se calmara.

Apenas Miles toco el sofá se hizo bolita nuevamente mientras temblaba y lloraba, haciendo su máximo esfuerzo para hacerlo en silencio. Mientras que el mayor no sabia que hacer, por lo que se alejo y tomo su celular, comenzando a llamar a su Miles, el cual rápidamente respondió.

—¿Qué pasa? —preguntó, con un tono cansado.

—Necesito vengas que después de clases, es algo urgente —dijo rápidamente, intentando que su voz no se notara asustada.

—¿Ocurrió algo con el otro yo? —preguntó, curioso ante la inesperada llamada de su tío.

—Es... complicado, pero es importante —dijo con una voz de preocupación mirando al menor, el cual seguía en modo bolita pero esta vez abrazando un cojín del sofá y las patas en su espalda aumentaban de tamaño.

—Esta bien, además esta es la penúltima clase —dijo intentando sonar calmado.

—Esta bien. Adiós Miles —Se despidió.

—Adiós tío Aaron —Se despidió Milo igualmente antes de cortar la llamada.

Cuando la llamada fue cortada, Aaron guardo su telefono y se dirigió la la cocina. Sabia con certeza que el menor necesitaba un momento a solas para poder pensar y procesar todo lo que estaba pasando junto a los cambios que su cuerpo estaba sufriendo, además del causante de estos.

¿Héroe O Anti-Héroe?Where stories live. Discover now