Sīkuda (7)

937 110 5
                                    




La cena se sirvió a la hora acordada, la familia Hightower había organizado un banquete íntimo para los novios luego de la presentación de Lucerys y Aemond como el nuevo matrimonio. Por la noche, sería la cena con la familia Hightower para brindarle una cálida bienvenida entre ellos, pero Lucerys no se presentó al banquete. En su lugar, Aemond se encontraba solo en su asiento disfrutando del vino.

—¿No debería estar Lucerys aquí? Es por él que se organizó esta cena.

Aemond debió del vino de un sorbo lento, disfrutando de su vino favorito, cortesía de su tío Hobert Hightower; era un sabor embriagador y agridulce cuando su vista se elevó hacia Gwayne Hightower, el hermano mayor de su madre.

—Se encuentra indispuesto en estos momentos —respondió, dejando la copa sobre la mesa.

Hobert arqueó las cejas. —¿Le sucedió algo?

Aemond chasqueo la lengua.

—¿Por qué tan interesados en mi marido?

—Porque esta cena era para ambos, para celebrar tu matrimonio con un Velaryon, la casa más poderosa de Poniente. —Gwayne le dijo obvio, como si hablara con un niño pequeño.

Aemond inclinó el rostro perezosamente.

—Lamentamos decepcionarlos.

—Tu madre organizó con gran esmero está noche, al menos debería tener la decencia de ser agradecido con ella. —le dijo Gwayne entre dientes.

—Si has de buscar culpables que sea a tu dulce hermana, nadie le pidió esto y, sin embargo, aquí nos encontramos —respondió con simpleza, su rostro manteniendo una expresión gélida.

Gwayne le gruñó por lo bajo.

—A todo esto, ¿dónde está nuestra querida anfitriona? —preguntó, dejando caer la servilleta en su regazo.

—No tardará en venir —dijo Hobert, mirándolo fijamente con la copa frente a sus ojos.

Aemond dejó escapar una risa sin humor en el momento que sirvieron la cena.

—He estado aguantando toda la noche a personas que no conozco, no esperaré ni un minuto más a mi madre. Así que, si me disculpan —suspiró y tomó sus cubiertos—. Está no ha sido mi mejor noche.

Hobert estaba por protestar cuando las puertas del comedor se abrieron de par en par, y de ellas Alicent Hightower se apresuraba a entrar.

—Perdonen mi retraso, Lord Manderly me entretuvo con algunos asuntos sobre el reino.

—¿Algo importante?

—No mucho. —Ella suspiro. —Rhaenyra tarde o temprano necesitará nuevamente de mi ayuda.

Aemond sonrió. —Nos has hecho esperar tanto tiempo madre querida.

Ella desvío la mirada a su hijo para después mirar el asiento vacío a su lado.

Alicent alzó una de sus cejas.

—¿Y tu esposo?

—Se encuentra indispuesto —suspiró.

Alicent tomó lugar al lado derecho de su tío Hobert Hightower. Se lamió los labios y respiró profundamente.

—Muy bien, entonces tendremos que comenzar sin él. —Ella tomó un sorbo del vino. —No solo he organizado está baile para celebrar el matrimonio de mi hijo con Lucerys Velaryon. Si no también para tratar asuntos… delicados.

Aemond dejó a un lado los cubiertos, interesado por el rumbo que estaba por tomar la conversación.

—Este matrimonio es para limar las asperezas de nuestra familia, pero también sé que eres lo suficiente inteligente para saber lo que esperamos de ti, de este matrimonio arreglado. —Alicent cortó un trozo de carne y antes de llevarse el tenedor a los labios, le dijo: —Necesitamos herederos no solo para el Trono de Hierro. También para el trono de Driftwood y uno para reinar las tierras de Oldtwon. Necesito que uno de mis hijos tenga un heredero de los Velaryon, y tú eres mi opción para proporcionar uno.

The blood of duty.Where stories live. Discover now