Capítulo 5

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Riley se siente como si se hubiese tomado cuatro cafés, el chocolate hubiese dejado de engordar y el frío se hubiese atenuado de repente. Se siente pletórica. Cada vez que rememora el caliente baile en el bar y el beso junto al taxi, una sonrisa se extiende por su rostro sin remedio. Está feliz, realmente feliz.

—¡Buenos días! —saluda al entrar por la puerta de la estación. Su sonrisa es amplia y alegre.

—Buenos días, subcapitana Jacobs —saluda Clare, siempre formal, mientras empieza a calentar.

—Buenas —saludan al unísono Tim, Steven y George imitando a su compañera.

—¿Y Kate? —pregunta Riley. Hoy es día de acondicionamiento y la subcapitana hizo un par de cambios para que todos los miembros del equipo sin rango y la novata de la estación, lo hiciesen al mismo tiempo. Quiere evaluar sus habilidades y mejorar sus tiempos de respuesta en las próximas sesiones, está realmente convencida de que su equipo puede lograr el mejor tiempo de respuesta de toda la ciudad.

—¡Estoy aquí! —exclama mientras corre hacia el grupo todavía metiendo su camiseta dentro del pantalón.

Los compañeros observan de reojo a la subcapitana esperando una reprimenda, pero hoy Riley mira el mundo con otros ojos y la carrera patosa y acelerada de su compañera la ha hecho reír.

—¿Todo bien? —pregunta aún con una sonrisa en sus labios.

Riley ve cómo Ben y Thomas observan desde la pasarela del piso superior. Le molesta sentirse observada constantemente por su capitán, siente la presión, pero no va a dejar que eso la amilane. Tiene un gran día y va a demostrar sus habilidades como subcapitana, como lleva haciendo desde que le dieron el puesto.

—Sí. Todo bien. Un atasco... —algo en la mirada evasiva de Kate indica que miente, pero suele ser puntual y su actitud ha sido siempre excelente, por lo que Riley decide ignorarlo y empezar con el entrenamiento —Carrera, treinta segundos al máximo, treinta de descanso. Empezamos... ¡Ya! —hace sonar el silbato, como si de una clase de educación física se tratase, y su equipo corre como si no hubiese un mañana. Observa de cerca a Kate. Esforzándose la que más. Le recuerda a ella misma cuando entró en la estación hace seis años. La mira con cierto orgullo, casi algo paternal y es que pronto dejará de ser la novata. Tan sólo dos incendios más y la etiqueta de novata será eliminada de su uniforme y sustituida por una con su apellido. Si realmente es como piensa, será un gran día para Kate igual que lo fue para ella.

—¡George! Potencia, vamos, vamos –anima al más rezagado del grupo.

Tras treinta minutos de esprints y cortos descansos, Riley da por finalizado el entrenamiento.

—¡Muy bien equipo! Kate has mejorado tus marcas desde la última vez, Tim, tú también, aunque por milésimas de segundo. Steven... has empeorado la marca ligeramente. Tienes que aprender a respirar mientras corres y George... tú te has mantenido en la misma marca. Repetimos en dos semanas ¿de acuerdo?

Los cansados miembros de la estación farfullan algo antes de subir las escaleras en dirección a las duchas. El capitán se ha ido a su despacho en mitad del entrenamiento y aunque Riley no está segura de que eso sea algo bueno, prefiere pensar que es buena señal. Benedict, por otro lado, sigue apoyado en la barandilla, con una sonrisa burlona en los labios, mientras ve pasar a sus agotados compañeros por delante de él.

Riley llega hasta su compañero subiendo los escalones de dos en dos.

—¿Qué te ha parecido?

—Les has metido caña. Bien hecho —chocan los cinco —aunque no les has presionado tanto como esperaba. Pensaba que la pobre Kate iba a estar condenada a correr hasta el agotamiento por haberse retrasado. ¿Te estás ablandando?

Law and Fire - Leyes y FuegoWhere stories live. Discover now