Beca de Oro

XV

Hola hermano
¿Como estás?
Se que no sabes nada de mi, debes de estar preocupado, al igual que mamá y papá. Yo estoy bien si eso es lo que necesitas saber.

Algún día volveré, y te daré un abrazo.

Pero eso sólo sucederá, cuando me vengue de todos los que me hicieron daño en esa maldita universidad.
No quiero verte sufrir Jimin y por eso desde ahora te pido que te alejes de Yoongi.

Es la peor persona de todas las que hay dentro de ese lugar, incluso peor que el mismísimo Jeon Jungkook.

No te quiero cerca de él Jimin.
Min Yoongi no es bueno, ni para ti ni para nadie.

Y me harás casa por las buenas, o por las malas.

Con amor, tu hermana
Park Chaeyoung

• • •
Pov.Jimin

Era la tercera vez que leía esa carta, la había leído también en voz alta para Elena y la chica como yo también, se asustó por las frías palabras de Rosé.

¿A qué se refería con que le haría caso por las buenas o por las malas?

¿Cómo sabía que estaba saliendo con Yoongi?

—Tal vez....—empezó la pelinegra con calma—...tal vez Rosie tiene a alguien espiando aquí.

Era una posibilidad, pero era difícil creer que su hermana fuera capaz de algo así. Su obsesión por vengarse era demasiada. Ni siquiera sabía lo que le habían hecho como para buscar venganza a toda costa.

Algo malo tuvo que ser.
Algo muy malo.

La puerta principal se abrió y dejo entrar al rubio que compartía habitación con el. Taehyung tenía una gran sonrisa iluminando su rostro, sus labios estaban hinchados y habia unas cuantas marcas visibles en su cuello.

No era necesario asistir a la universidad para saber qué es lo que había estado haciendo.

Ela se tensó en su sitio pero al contrario de lo que yo esperaba no se levantó y se fue.

—¿Pasa algo? —dijo Kim con confusión— Tienen unas caras.
—Toma lee —Tae frunció el ceño pero tomó el papel rosado para comenzar a leerlo con atención, al final de la carta me miró con cara de quién ocultaba algo sentándose en un sillón individual frente a mi y a Ela.
—Jimin —habló el rubio— Tengo que contarte algo.

• • •

—Oh precioso ¿Qué hacés aqu....

No dejé que Min terminara de hablar cuando impacté mi mano contra su rostro en un fuerte bofetón. El sonido de la piel de mi mano contra su rostro hizo eco en toda la desolada biblioteca.

El rubio me miró incrédulo por lo que acababa de hacer. Ni yo mismo sabía lo que hacía.

—Eres un desgraciado —dije entre dientes y con los ojos cristalizados. Me sentía terriblemente traicionado.
—Jimin que caraj.....

—¿Planeabas hacer conmigo lo que hiciste con Rosé? —hablé y el cerró la boca mirando hacia otro lado.
—Yo no le hice nada a esa loca.

Claro que lo iba a negar.