Seré tuya.

2.3K 60 2
                                    

CREDITOS PARA:

@starrykaulitz

 advertencias; lenguaje, obscenidades (18+), malsano..., p in v.

El viento te azotó el pelo -el aire helado hizo que tu nariz se tiñera de rojo escarlata- antes de que sintieras la presencia de otro que te acechaba por detrás, devorando toda tu sombra

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El viento te azotó el pelo -el aire helado hizo que tu nariz se tiñera de rojo escarlata- antes de que sintieras la presencia de otro que te acechaba por detrás, devorando toda tu sombra.

La fría farola situada convenientemente sobre la parada de autobús bañó tu piel ya helada. Luchaste contra las lágrimas que habían estado amenazando tus iris durante casi toda la noche.

Tom -que hasta ese momento había sido una especie de follamigo- había empezado a gritarte, a chillar y a maldecir mientras por sus venas corrían celos puros y absolutos. Puede que hubieras besado a otro hombre, el alcohol estaba presente en tu organismo cuando los labios desconocidos de otro, los labios de un hombre que no era Tom, se habían abierto camino hasta los tuyos.

Sentiste un poco de vergüenza al continuar y devolver el beso, aunque no sabías por qué. Tom, el famoso follador, te había hecho casi exactamente lo mismo en varias ocasiones.

No eran pareja, ni mucho menos. Eran de todo menos monógamos. Disfrutabas de la persecución, de la sensación de que los ojos de Tom se clavaran en ti mientras él miraba impotente cómo follabas con los ojos a otro hombre, un hombre que debería ser él. Ésos eran los momentos en los que te defendías, en los que le hacías sentir lo que tú habías sentido por primera vez cuando él ponía en otra mujer las manos que había puesto en ti hacía sólo unas noches.

Los dos eran egoístas -demasiado egoístas el uno para el otro- disfrutando mientras cada uno de ustedes se volvía algo desesperado por ganarse la atención del otro.

Aunque esta noche, esta noche había sido diferente, horrible e irreversiblemente diferente. Un chupetón colocado directamente en el lado de su cuello había sido casi transparente contra su piel. Sus ojos se oscurecieron, sus ventanas vidriadas parecían demasiado agrietadas. Había tenido suficiente, rompiendo como el pensamiento de que otro hombre estaba todo sobre ti había consumido su cerebro.

Mientras esperabas congelada a que llegara el autobús en el que escaparías a medianoche, oíste el ruido de un coche que te resultaba familiar, uno que conocías muy bien, uno que se paraba cuando aparecía por casualidad delante de tu apartamento.

Normalmente, este coche te producía un placer absoluto al verlo, aunque ahora, sentías que lo único que podías hacer era correr. Aunque tus piernas estaban pegadas al frío hormigón bajo ti, mirando impotente como el coche se detenía a un lado de la carretera.

No podías ver a través de los cristales tintados de negro, sabiendo que eso era lo único que te protegía de lo que suponías que era el hombre extremadamente furioso que había dentro.

Aunque en lugar de encontrarte cara a cara con una expresión de puro asco, te encontraste con unos párpados semicerrados, unos ojos marrones acuosos y desesperados que parecían ahogarte instantáneamente en su abismo.

One shots Tom KaulitzWhere stories live. Discover now