Hola!
Aquí les traigo una compilación de historias cortas / bullet fics de mis personajes favoritos de JJK para desestresarme un ratito :)
- Se puede dar ideas para los próximos one shots y se les dará crédito por la inspiración
- Se puede pedir...
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Personajes: Nanami x F!TN Palabras clave: ¿No quiere pasar por una tacita de café, don Nanami?, tierno. Cosas de adulto independiente. ¡Tan divino! Nanami es un contador. Es la hora del chisme.
Habías abierto tu cafetería hace unos cuantos meses. El día de la inauguración estabas muy nerviosa porque no sabías si tu café o tus postres serían suficientes para competir contra las otras cafeterías populares en Tokio. Ese miedo se desvaneció cuando conociste a tu cliente favorito.
Ese primer día no hubo muchos clientes. Algunos de tus familiares y amigos vinieron para apoyarte en tu emprendimiento. Además, una que otra persona curiosa que había visto el anuncio se había pasado por ahí. La fachada no era el problema, ya que por tener una temática de una tierna casa de abuelita, pues era muy acogedora y llamaba la atención del público. "Tranquila, este solo es el primer día" pensaste.
A una hora de cerrar, un hombre rubio, alto y serio entró al local. Su traje arrugado, sus ligeras ojeras y la manera en la que sostenía su maletín señalaba que recién había salido de trabajar y estaba muy cansado. Tenías que esforzarte para que se sintiera relajado en tu local.
-Bienvenido, ¿qué le puedo ofrecer?-. Dijiste junto a una sonrisa comercial. El hombre jalo del nudo de su corbata para aflojarlo un poco mientras inspeccionaba el menú.
-Dame un cappuccino con leche entera y...-. Sus ojos recorrieron la barra hasta llegar a la vitrina con deliciosos y coloridos postres. -Todos se ven muy bien, no sé cual escoger-. Dijo. Tu sonreíste al escuchar aquello. Era el primer halago que escuchabas de un cliente.
-Mi favorito es el muffin de frambuesa. Es dulce pero no empalagoso. Lo sé porque yo los preparé-. Explicaste orgullosa de ti misma.
-Confiare en ti. Un muffin de frambuesa, por favor-. Pidió con amabilidad.
-¿A nombre de quien?-. Preguntaste mientras completabas la orden, pero te avergonzaste en el momento en que te diste cuenta que eso no era necesario porque el local estaba vacío. -Olvídelo, no creo que sea necesario-. Dijiste con una sonrisa tímida intentando ocultar tu vergüenza.
-Nanami-. Respondió antes de pagarte. Podría estar cansado pero él no trataría mal a una chica por sus problemas en el trabajo.
-En un momento le llevó su orden, Nanami-. Dijiste feliz pensando que él no notó tu percance. Si lo noto, solamente decidió no decir nada al respecto.
Después de esa tarde, lo empezaste a ver más seguido con el pasar de los meses. A veces en la mañana, a veces en la tarde, incluso los fines de semana. A pesar de que te habías llenado de clientes, Nanami definitivamente era tu cliente favorito porque siempre se aseguraba de pedir algo diferente, cosa que es poco común en los demás comensales. Además de que siempre te preguntaba como iba tu día y te dejaba una buena propina antes de irse.
No habías tenido mucho tiempo para charlar con él, pero con cada interacción no podías evitar pensar en lo atractivo y dulce que era. Nanami podía hacerte sonreír con su presencia y hacerte suspirar cuando se iba del local. Deseabas poderte acercar más a él, pero no querías incomodarlo, por lo que solo lo admirabas tomar su café y comer plácidamente desde la caja registradora.
