Hola!
Aquí les traigo una compilación de historias cortas / bullet fics de mis personajes favoritos de JJK para desestresarme un ratito :)
- Se puede dar ideas para los próximos one shots y se les dará crédito por la inspiración
- Se puede pedir...
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Sinopsis: Uraume no puede jugar ajedrez por el momento, deberás ser su reemplazo.
Contenidos: Obsesión, pining, fluffy, menciones de sangre y partes del cuerpo en comida.
Palabras: 2361 palabras.
Nota de autor: Me gusta mucho escribir a esta pareja. Es tan versátil. Me han pedido convertirlo en una serie, lo voy a intentar y tal vez le haga su apartado en mi perfil, pero la seguiré publicando aquí por el momento.
Sukuna odia a los humanos. Es un hecho de la vida. El cielo es azul, las rosas son rojas y Sukuna odia a las asquerosas criaturas que son los humanos. Tiene tantas razones para odiarlos que ni siquiera sabe por dónde comenzar. Los humanos son molestos, débiles, torpes, pero sobre todo, estúpidos. Toman decisiones sin pensar bien en las consecuencias. Prefieren gastar su dinero en placeres temporales y terminar en bancarrota por no priorizar su supervivencia. Se preocupan por cosas sin importancia como el estatus social, la religión y las tradiciones. Sukuna odia a los humanos, pero vaya que son entretenidos.
Sukuna suele estudiar a sus sirvientes con sumo cuidado. A pesar de que solo limpian, cocinan y obedecen sus órdenes al pie de la letra, era divertido verlos interactuar entre ellos. Le parece fascinante como las sirvientas chismean entre susurros, los jardineros se concentran para podar bien los arbustos a pesar de que les tiemblen las manos o los cocineros prueban varias veces la comida para que estuviera a los estándares de su majestad. Era como observar docenas de asquerosas ratas de laboratorio en medio de un experimento social. Aunque... Había alguien especial al que le encantaba observar, no importa lo que estuviera haciendo.
Habías terminado todas las tareas del día y decidiste ayudar a los cocineros a preparar la cena porque no tenías nada mejor que hacer. Tus músculos estaban exhaustos por haber pasado toda la mañana limpiando las esculturas de porcelana, los grandes marcos de las pinturas del gran salón y la joyería de su majestad para que quedara reluciente. Te habían asignado la tarea de pelar papas, así que ahí estabas. Sentada en una mesa con un pequeño cuchillo, pelando papas mientras escuchabas el caos que ocurría en la cocina. Uraume estaba ocupada preparando un té de frutos de la pasión especial para su majestad. Lo especial es que el agua estaba entintada con sangre humana. A veces te preguntabas si Uraume siempre ha estado de acuerdo en cocinar con humanos o era algo a lo que se había acostumbrado por órdenes de Sukuna, pero como elle nunca hablaba de si misme, pues jamás le preguntaste.
—¡Puta madre!—. Un cocinero exclamó cuando la sartén en la que cocinaba se prendió en fuego.
Tus ojos se abrieron ante la llamativa llamarada. Uraume dejo el juego de té a un lado para atender la emergencia. Con un poco de hielo proveniente de sus manos mágicas, apagó el fuego en un santiamén, pero dejó la cocina hecha un desastre. Elle comenzó a regañar al cocinero con golpes y maldiciones al ton y son por su ineptitud. El cocinero solo se disculpó una y otra vez, pero eso no era suficiente para le chef principal.
