capitulo 4 - marcas (editado)

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Abrió los ojos en una habitacion levemente iluminada, era su casa. Recordaba como había llegado allí a eso de las dos de la madrugada cuando salieron de aquel pub en el que la música era tan alta que hasta el hielo de su vaso eparecía disfrutarlo. Kevin la había llevado allí para tomar algo y conocerse mejor el uno al otro, preo ela había acabado bebiendo tanto que apenas podía sostenerse en pie.

Se sentó en la cama, la cabeza le daba vueltas. No sabía cómo se había permitido beber tanto esa noche pero no recordaba nada desde que salió del pub y se subió al deportivo caro de Kevin.

Se puso de pie caminando un par de pasos hacia el espejo de pie enorme que tenía en su habtacion en la puerta del armario, se quedó mirandose unos segundos en él.  Vaya ojeras, parecía que no había dormido demasiado, aún llevaba la blusa de la noche anterior y estaba en ropa interior aunque no eran las mismas bragas de la noche anterior. Se quedó mirandose atentamente esa zona y se giró despacio fijando la miraba en su trasero viendo que tenía unos moretones en los muslos largos pero no demasiado grandes. ¿Como se habría hecho esas marcas?

Salió de su ensimismamiento cuando oyó la alarma de su móvil sonar, cogó el movil y se sorprendió de ver un post it junto a él. "

''Gracias por dejarme dormir contigo, por cierto tu movil no paraba de sonar así que lo puse en vibración. Nos vemos esta noche. Kevin''

Suspiró y cogió su toalla llendose a la ducha enfadada, ¿cómo había permitido que un hombre durmiese en su cama? ELla jamás lo habría permitido pero tamién era verdad que jamás había bebido tanto como para no saber que había hecho en el resto de la noche. Lo que sí tenía claro es que había hechado demasiadas canitas al aire esa noche.

El agua estaba helada, seguramente el calentador volvía a estar estropeado. En cualquier otro momento lo habría odiado y habría salido de la ducha corriendo en busca de la toalla para coger calor, pero ese día tenía un piso que ver. Una nueva casa, un nuevo hogar para ela sola dónde sólo ella podría vivir y trabajar tranquila. Un sitio discreto fuera de la ciudad. Había ahorrado durante años para poder pagar la entrada de esa casa la cual era un alquiler con opción a compra. La hipoteca de los que no quieren hipoteca, eso le había dicho el agente inmobiliario.

Era una casa preciosa de dos plantas y cuatro habitaciones, tres baños el cual uno de ellos estaba en la habiación principal, otro en la planta de arriba y el último abajo para los invitados. Tenía un patio trasero precioso con sitio par tender y un pequeño cuarto donde poner la lavadora y secadora. Quizá era demasiada casa para ella pero al menos podría estar a sus anchas sin tener que compartirla.

Cuando acabó de vestirse salió de la casa y caminó varias calles hacia la parada de autobus más cercano comprando por el camino un refresco sin gas y un dulce de chocolate. La parada de autobus estaba a un par de calles así que cuando llegó y no le quedaba ni uno ni lo otro.


-Hola kevin, adivinas que?

Había llamado a la única persona con la que tenía algo de confianza, se podría decir que su único.. amigo? Notó la voz de Kevin suave pero firme a la vez, estaba en el trabajo y aunque lo sabía no podía esperar ni un sólo segundo más para contarselo.

-Tengo diez minutos solo Juliett hazme un resumen y quedamos para cenar.

Suspiró leve, no quería molestarle aunque si tenía diez minutos pues... tenía que aprobecharlos.

-Acabo de dar la entrada para una casa , ya es oficialmente mia!! bueno, cuando acabe de pagarla en cinco años , pero es mia!

Notó una risa al otro lado del teléfono, ¿enserio de estaba riendo de ella? suspiró molesta y colgó el teléfono enfadada caminando por toda la casa la cual estaba vacía con apenas un par de muebles viejos y nada más, nisiquiera estaba pintada. Gruñó cuando oyó el teléfono en su bolsillo y lo cogió muy enfadada.
-¿Porque se rie el niño rico? ¿Es porque él suda dinero y puede pagar su casa al contado sin el más mínimo esfuerzo?

Silencio, podía notar la resporación de Kevin al otro lado pero nada más. Los segundos se hacían eternos, tanto que mitó varias veces a la pantalla del teléfono para ver si él había cortado la llamada.

-Juliett, deja de estar a la defensiva, lo odio. He pagado mi casa con los años de trabajo y aunque no te lo creas aun me quedan diez años de hipoteca aunque si, podria pagarla al contado cuando quisiera.

Se quedó callada sin saber que decir, abrió la puerta de una de las habitaciones dónde encontro dos latas de pintura viejas a medio usar.

Juliet y Kevin estaban sentados en el suelo del salón de la casa nueva hablando de cómo se podría decorar, habían acordado que la habitación grande, la de Juliett estaría pintada en tonos blancos y gris perla creando un estilo nórdico que a ella tanto le gustaba mientras que los muebles serían blancos y para rematar un toque de color usarían el naranja para dar vida a la habitación en cojines o pequeños detalles.

De las demás... aún nisiquiera habían eleguido un color.                                                                                    Estaban comiendo pizza mientras hablaban de le había pasado la noche anterior rodeados de revistas de decoración y folletos de pintura que Kevin se había parado a pedir en varias tiendas, tenía mucha curiosidad en saber cómo se hizo esas marcas.

-Entonces, ¿te fuiste a las seis de la mañana despues de ducharte y desayunar en mi casa y yo ni me enteré?

Kevin asintió mientras comía un trozo de pizza de barbacoa que había pedido especialmente para él y que a Juliett no le gustaba en absoluto.

-Oye kevin, ¿y en que momento de la noche me cai? tengo unos moretones horribles en mi culo.

Vió como el chico de ojos azules se ponía algo nervioso al hablar de ese tema y se mordía labio como recordando aquellas escenas que ella no podía pero que sabía que eran demasiado sexuales como para pensar en ellas sin sonrojarse.

-Juliett, cuando.... tengo relaciones con una chica, suelo emocionarme demasiado... tanto que a veces dejo ese tipo ..de marcas.

-Emocionarte? Casi me dejas la mona lisa marcada en la piel. -Se rió y termino de comer su porción de pizza - de todos modos, ¿como es posible dejar ese tipo de marcas mientras lo haces? ya debes de ser muy...bestia.

-Bueno, eso es algo que debes conocer de mi Juliett, me gusta el sexo duro, muy duro.

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