Capitulo 9 (editado)

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Era viernes noche y después de mucho rechazar la invitación de Kevin, había decicido ir al centro comercial a hacer unas compras de última hora. Había arreglado la ventana y ahora gracias a ojitos azules unas cámaras de vigilancia invadían la fachada de la casa de lado a lado hacíendo que se viese obligada a alquilar una habitación cerca de su casa sólo para poder trabajar ya que con las cámaras seguramente la habría descubierto en el primer día. Iban caminando porel centro comercial en busca de una tienda de regalos, era el cumpleaños de la hermana pequeña de Kevin que cumplía veintidos años y el chico había pedido ayuda a Juliett para escoger el mejor regalo para una chica de esa edad. Acababan de salir de una tienda de regalos exclusivos para chicas y se habían hecho con un bolso de la nueva colección del diseñador favorito de Kevin y unos tacones a juego, según él a ella le encantaba la ropa sobre todo si era de diseñadores tan sonados como ese.

-No sabía que tu hermana vivía en la isla Kevin.

-Madeline no vive aquí pero toda la familia a venido esta semana para celebrar su cumplaños, van a celebrarlo en un hotel de cinco estrellas de la ciudad bastante bueno la verdad. 

Ella asintió sonriendo, apenas habían caminado unos metros cuando una chica rubia de ojos azules se acercó a ellos sonriendo quedandose plantada frente a ellos, apenas a un metro de distancia.

-¿Es que no vas a saludar a tu hermana Kevin? ¿Ella es Juliett a que si? Es tal y como nos dijiste, parece muy buena y es muy linda seguro que quiere venir a mi fiesta ¿Verdad? -hablaba demasiado rápido y alegre pero lo poco que había comprendido era que ella era la hermana de Kevin y que la estaba inviando a la fiesta -¿Vas a venir, verdad? -le dió una targera de invitación que Juliett cogió un poco perpleja por como estaba llendo la situación - te espero porfavor, quiero verte ahí no me falles. Ve vestida cadual.


Eran las nueve de la noche cuando Juliett entró por las puertas de aquel enorme hotel a pie de playa , Kevin haía estado toda la tarde bastante molesto y parecía enfadado aunque no llegaba a entnder el porque, ella había decidido ir porque MAdeline le había insistido como nadie y le parecía una chica encantadora. Después de encontrarla en el centro comercial habían hablado de ella durante bastante rato, había descubierto que era una chia que a su corta edad ya estaba casada con un chico bastante rico y trabajador, dueño de varios hoteles en estados unidos y parte de europa.

Kevin le había contado que a sus padres les había costado entender su corta edad para una decisión tan importante como el matrimonio pero que al final fueron los primeros en apoyar ese matrimonio con la condición de que ella no dejado de estudiar la carrera de derecho que había comenzado hacía un par de años antes. Estaban convencidos de que iba a ser una gran abogada.

Entró al hotel, iba vestida con un vestido corto pero no demasiado, un par de dedos por encima de las rodillas. Kevin lo había eleguido para ella cuando al fin se dió por vencido de tratar de convencerla para que no fuese. También eligió los taconazos negros y la chaqueta de doscientos euros de la boutique de la ciudad. A ella le parecía excesivo el precio de aquellas prendas pero él había insistido en que era algo así como un regalo y que no podría ir con cualquier cosa a esa fiesta teniendo en cuenta la clase de gente que iba a asistir.  En efecto, nada más entrar a la sala de fiesta se encontró con cientos de personas vestidas con las mismas marcas que ella había visto en las tiendas a las que Kevin le había llevado esa tarde, si eso era el concepto de "casual" de Madeline entonces es que de verdad necesitaba más un diccionario que uno tacones de treinta centimetros de altura.

No sabía a donde ir, estaba bastante perdida entre gente que no conocía y sólo se limitaba a mirar alrededor para ver si veía alguna cara familiar y poder al fin dejar de sentirse tan incómoda. Al fin y después de buscar durante casi diez minutos pudo ver a Kevin a lo lejos junto a una pareja de unos cuarenta y tantos años vestidos de la manera más elegante posible. La mujer llevaba un vestido negro con la espalda al descubierto y mangas de encaje, tenía el cuerpo de una mujer de poco más de treinta años. El hombre vestía un esmoquin negro menos lamativo que los demás invitados de la fiesta.

Eterna sumision.Where stories live. Discover now